"Yo no estoy loca" ¡Hablemos sin tabúes de la depresión!

Una bloguera enfrentó un diagnóstico que la llevó a un centro psiquiátrico por 50 días. Es una realidad, una enfermedad y sin saberlo, tú podrías padecerla.
El 90% de los casos de suicidio están asociados con trastornos mentales, particularmente la depresión.

El 90% de los casos de suicidio están asociados con trastornos mentales, particularmente la depresión.

Por: Redacción / Crítica -

¡Algo anda mal! Cada quien lo sabe.  Es un padecimiento que no discrimina sexo, edad o condición social. Ataca a más mujeres que a hombres, pero el resultado es igual. El mundo se va cerrando y la felicidad se va perdiendo.
Esta es una visión general con una perspectiva particular de la depresión, una enfermedad que afecta a 300 millones de personas a nivel global, y que se considera la primera causa de discapacidad, según la Organización Mundial de la Salud.
En Panamá, 4.4% de la población padece de depresión y a nivel regional, solo 6 de cada 10 personas reciben tratamiento.
En una charla sobre "La Importancia de hablar abiertamente de la depresión", el psiquiatra argentino Gerardo García Bonetto plantea un panorama dual. "La depresión enfrenta un cuchillo de doble filo".  Por un lado, está el tabú que produce hablar del tema y por el otro, el riesgo de convertirlo en un tema banal.
Bonetto se sitúa en un punto medio: No se oculta ni se banaliza este padecimiento, que está afectando en América Latina a 20 millones de personas e impactando negativamente a la economía global, ya que anualmentes se pierden USD$1 billón por la improductividad de quienes la padecen.
La situación es alarmante tras conocerse que menos de la mitad de los afectados en el mundo está recibiendo tratamiento adecuado y en algunos países solo el 1% lo hace. Además de que anualmente se reportan 800 mil suicidios por esta causa.
 

Risas, llanto, lo oculto
 

Erika de la Vega es presentadora y locutora. A simple vista, su vida es perfecta. Comenzó a notar cambios en su día a día. No se sentía feliz con las actividades que siempre le habían apasionado, comenzó a tener conversaciones tóxicas consigo misma y solo quería permanecer acostada en su cama.
En esta situación pasó casi un año. Sabía que algo no estaba funcionando, sin embargo asumió una actitud de postergación de que pronto todo pasaría y estaría mejor. Sin embargo, las distintas áreas de su vida comenzaron a sentir el cambio y empeoraron.
"Se me había ido el amor propio... uno como persona se comienza a desacreditar y perder el valor".
"La depresión es quedarse paralizado, en automático", dice ahora, después de que se atrevió hablar abiertamente sobre el tema con una amiga, quien le propuso consultar con un especialista que de lo que le podría estar sucediendo.
Coincidencialmente, involucrarse en una obra de teatro sobre la depresión le hizo conocer la realidad y conectar con los pacientes de esta enfermedad.
Al igual que ella, pueden existir alrededor del mundo millones de personas con las mismas características que desconocen y no hablan abiertamente debido al tabú que rodea este tema.  ¿Qué está pasando?

Depresión en alza

La depresión
es una de las enfermedades que va en aumento. Es compleja, crónica, recurrente y rodeada de muchos tabúes, ya que la sociedad puede mirar este padecimiento como un sinónimo de debilidad y los afectados pueden confundir sus síntomas con una decaída emocional o estado de ánimo pasajero.

Esta situación provoca que entre un 30 y 40% de los casos no se han diagnosticados y no reciben un tratamiento adecuado.
Los especialistas afirman que la depresión puede esconderse detrás de una sensación de tristeza, pereza, desgano o irritación, y estos estados de ánimos pueden crear una confusión, al pensarse que pueden ser de índole pasajera y no ser reconocida como la enfermedad.
El psiquiatra García Bonetto indica que clínicamente hablando, la depresión es conocida técnicamente como Trastorno Depresivo Mayor, la cual se caracteriza por una profunda tristeza y por una pérdida del interés general de obtener placer en las actividades que habitualmente nos la daba.
Bonetto advierte, que aunque estos dos síntomas son los principales no son los únicos para ser un diagnóstico de la enfermedad, ya que deben sumarse otros cinco más de una larga lista, incluyendo los  relacionados con el trastorno del peso - ya sea de pérdida o aumento- y del sueño. Además de los partes sicomotoras.
A eso se le pueden sumar dolor de cabeza, calambres, indecisión, sentimientos de inutilidad, culpabilidad o desesperanza.
"Los signos que son frecuentes, y que siempre están presentes, son los sentimientos de fatiga, de mucho cansancio, irritabilidad, disminución de la concentración", afirma el especialista, que agrega que "también se puede observar pensamientos en torno de la muerte, no necesariamente de idea suicida, pero sí un sentimiento de que sería mejor estar muerto".
Este grupo de síntomas tendrían que tener una duración de al menos dos semanas y deben marcar un cambio frente al modo de funcionamiento habitual que el paciente tenía antes, explica.

¿Detonantes?

Bonetto es cauto al hablar de los detonantes, porque a pesar de que hay evidencia de la susceptibilidad genética de la enfermedad heredo-familiar no se ha podido identificar el gen concreto, con lo que no se puede culpar a un sitio-genético.
"Sabemos que hay una vulnerabilidad en el estado de la genética y frente a esta deben existir los factores desencadenantes que pueden ser de diferentes tipos y naturaleza con una magnitud bien diferente"


Influencer y bloguera

Camila Zuluaga es una influencer y bloguera colombiana, quien a sus ventitantos años se enfrentó a lo desconocido. Le vino de golpe en plena organización de su boda.
La bloguera ocultó por tres meses sus sentimientos porque le daba pena y se sentía desagradecida con la vida, ya que tenía todo lo que podía esperar. Hasta que la situación se salió de control. A menudo sufría episodios de pánico, ansiedad y todo el tiempo permanecía desganada.
Le recomiendan ir al psiquiatra y recuerda que decía: "Yo no estoy loca, por favor no me hagan esto. Me sentía en una película de terror". Su familia la apoyó tras el diagnóstico y comienza un tratamiento que la llevó a un centro psiquiátrico de Colombia durante 10 días y luego de este episodio fue internada en otro centro por 50 días más.
"Mis seguidores no tenían ni idea, porque en las redes sociales tenía una imagen de la vida perfecta, de una mujer que es alegre y fue un choque de mi interior, que yo me haya desaparecido. Eso afectó mi trabajo porque no estaba activa en las redes sociales, pues perdí un montón de seguidores" y perdió el patrocinio de marcas. 
A esta situación se sumó su lado familiar.  Cuando le ocurrió estaba recién casada. Fue algo difícil, pero fue la mejor decisión tomada, dice ahora.
Zuluanga afirma que mucha gente no entiende que "esto es una enfermedad, que no es un capricho nuestro".


Tratamientos

El diagnóstico del Trastorno Depresivo Mayor al día de hoy, es absolutamente clínico e implica un encuentro de quien sufre este estado y un médico especialista que pueda detectar los síntomas y hacer un diagnóstico.
El psiquiatra argentino indica que "en ningún lugar del mundo, hay un estudio o un método complementario de diagnóstico o análisis sofisticados, que permitan decir fehacientemente que una persona padece una Trastorno Depresivo Mayor".
A igual que otras enfermedades, cuanto más prematuro sea el diagnóstico y se acceda al tratamiento, mayor será la posibilidad del éxito terapéutico.

Depresión Resistente al Tratamiento (DRT)

Aunque es un término poco conocido, la Depresión Resistente al Tratamiento es la evolución no satisfactoria que ocurre en el 30% de los pacientes que inician tratamientos antidepresivos.
Es un cuadro depresivo de un paciente que no ha evolucionado al por lo menos dos líneas de tratamientos, en dosis suficientes durante un tiempo adecuado y con una adherencia suficiente que muestre un paciente, explica el psiquiatra.
Este cuadro puede ir asociado al aumento de enfermedades físicas como la diabetes, hipertensión, cuadro cardiológicos, lo que provoca que aumente hasta dos veces las tasas de hospitalizaciones e ingresos en servicios especializados, a falta de esta respuesta a tratamientos. Al igual que aumenta hasta 7 veces la tasa de suicidios.
La buena nueva es que surge el primer fármaco con una efectividad probada para el tratamiento de depresión resistente, asociado a un antidepresivo oral. El cual ha reunido la evidencia suficiente para lograr aprobación en la indicación del tratamiento.
Auspiciado por las compañías farmacéuticas de Johnson & Johnson, Janssen, se realizó un estudio en Argentina, Colombia, Brasil y México, que se denominó "TRAL", cuyo objetivo fue el análisis de la prevalencia y el impacto que tiene la depresión en estos cuatro países.
El resultado arrojó que el 29.1% de los pacientes con depresión mayor de los centros clínicos estudiados padecían DRT y el 80% de los pacientes con DRT evaluados en estos centros clínicos continuaban con persistencia de síntomas aun recibiendo el tratamiento considerado estándar y con continuidad de sus controles médicos.
Ante este panorama y buscando forma de dar visibilidad al tema de la depresión, para que se conozcan los síntomas y en busca de romper con los tabúes, Janssen lanza su campaña regional #LaConsultaEsElMejorConsejo.

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