Alfonso ZamoraLa nueva ley de la República denominada Ángel Guardián consiste en un apoyo económico a las personas discapacitadas que viven en pobreza y pobreza extrema, lo que a su vez servirá de paliativo a sus familiares que deben incurrir en los gastos que representa su especial condición.Nos preguntamos por qué no se pensó antes en este tipo de iniciativa que ahora formará parte de las que ha implementado el actual Gobierno a favor de sectores desfavorecidos de la población.
Podríamos pensar en que el crecimiento económico favorece la acción legislativa pero sería una verdad a medias, porque si no existe disposición del Gobierno no se puede llevar a cabo.
A esto debemos añadir que el recurso ha sido posible debido a las reformas tributarias que ha aplicado la actual administración, a pesar de la furiosa oposición de los sectores del poder económico.Es importante señalar que una cosa es el combate a la pobreza y otra es la mejor distribución de la riqueza, situación todavía muy lejana en nuestro país.En esa dirección, el expresidente chileno Ricardo Lagos, señaló que su país ha logrado importantes avances en la lucha contra la pobreza pero poco en la distribución de la riqueza, porque todavía el cobro de los impuestos sigue siendo muy difícil.
Panamá genera riquezas pero es uno de los países de América Latina que peor la distribuye, porque a pesar de todos los esfuerzos en esa materia, poco se ha avanzado.El mérito de este Gobierno es haber enfrentado el reto de cobrar los impuestos para que, junto a los ingresos del Canal, dirigir los recursos económicos al favorecimiento de los panameños de escasos recursos.
Este nuevo programa social a favor de los discapacitados es un paso que, junto con otros proyectos, servirá como mecanismo de defensa del sistema democrático