Aumento
Mientras los asesinatos han disminuido algo y las capturas de drogas y dinero ilegal aumentaron, hay un delito que registró el año pasado un enorme “salto” en
Mientras los asesinatos han disminuido algo y las capturas de drogas y dinero ilegal aumentaron, hay un delito que registró el año pasado un enorme “salto” en las estadísticas judiciales. Se trata de las violaciones carnales, uno de los delitos más antiguos y que muchas veces queda sin castigo. Las personas afectadas sufren por años traumas psicológicos. Las autoridades informaron que el año pasado fueron denunciados más de 4,400 violaciones.
Tal cantidad es cuatro veces más que el año 2012, cuando se reportaron 1,190 casos. Existe en el panorama judicial lo que llaman “estadística negra”. Son casos que no se denuncian por pena, vergüenza y desconfianza en la justicia. Así que la cantidad de violaciones es mucho mayor... Panamá y Chiriquí son las provincias donde hubo demasiadas violaciones. Entre las cifras mencionadas resalta que de cuatro casos que llegan a las autoridades... ¡uno es de hombres!, casi siempre niños.
No crean que ese delito solo es producto del descontrol sexual o machismo. A veces es una expresión de “poder” y satisfacción (¿?) de hacer daño. No les extrañe que el violador después se burle de su víctima. Otra característica horrible de ese delito es que la mayoría de los violadores son parientes, amigos o vecinos. Casi mil de estos casos fueron a juicio y la tercera parte fue absuelta. Cuando una persona es violada, lo primero que hay que indicarle es que no tuvo la culpa. Esa idea de que por andar con ropa “sexy” o en sitios inseguros provocó el delito no es correcta, según los expertos.
El violador es un sujeto que sufre una enfermedad mental. Si no se atiende de manera científica, seguirá violando porque no puede controlar el malsano impulso. Eso hace mucho más peligroso el delito. Por lo general, el delincuente no acepta que está enfermo. Pague o no con cárcel su delito, esto no evitará que repita. Añada que el sistema judicial no cuenta con recursos técnicos para esos tratamientos. En otros países si lo permite el violador, se le elimina el funcionamiento del órgano responsable con sustancias químicas.
Si esa pena existiera en Panamá, estoy seguro de que muchos abusadores lo pensarían dos veces.