Avanza
S i existe una palabra que fue determinante en el momento en que mi salud entró en crisis fue precisamente “Avanza”. Recuerdo aquella tarde cuando conducía
S i existe una palabra que fue determinante en el momento en que mi salud entró en crisis fue precisamente “Avanza”. Recuerdo aquella tarde cuando conducía mi auto y sentí un dolor en el pecho, acompañado de la falta de respiración, en ese momento llamé a mi esposo para comunicarle lo que me sucedía y me respondió: Avanza, es decir, me ordenó con voz firme, que continuara.
Y fue determinante esa palabra, pues sin saber hacia dónde me dirigía, en el camino se me cruzó una ambulancia que me brindó los primeros auxilios, hasta llegar al hospital y lograr recuperar mi salud. Si en caso contrario, la orden hubiese sido estaciónate y espérame a que llegue, de seguro no estaría compartiéndoles este episodio de mi vida.
En ocasión del inicio del año escolar, he querido hacer referencia a esta palabra: “Avanza”, pues, a mi juicio, se fundamenta en el propósito de alcanzar una meta, un objetivo, y es precisamente lo que los padres de familia, estudiantes y docentes deben proponerse en este nuevo periodo académico.
Para los padres de familia que ya han vivido la experiencia escolar, me resta desearle la mejor de las suertes y que superen errores cometidos en el pasado, a fin de que sus acudidos aprovechen al máximo el año lectivo. Los que inician por primera vez esta etapa, sepan que las enseñanzas y actitudes que les transmitan a sus hijos en los primeros años de vida, por lo general, son las que van a adoptar cuando adultos, pues es difícil desviarse de esa preparación inicial. Los sentimientos y las actitudes que se forman en esta etapa llegan a ser determinantes en la formación del individuo.
A los docentes, trabajen por una educación de oportunidades para todos los estudiantes, y no antepongan intereses personales, al verdadero rol a que están llamados a cumplir en la sociedad.
De manera que, mi mejor recomendación para este nuevo año escolar es, avancen, aprovechen al máximo las enseñanzas y organicen su tiempo de estudio; compartan con sus hijos; eviten huelgas innecesarias, la educación es la mejor herencia que se le puede dejar a las futuras generaciones. Mi Panamá, el país de las oportunidades requiere de hombres y mujeres capaces que sigan aportando a su desarrollo, no dejemos que extranjeros ocupen el rol que nos corresponde. ¡Avanza!