Caras de piedra

Como corresponsal en Panamá de la British Broadcasting Corporation (BBC), nos tocó la cobertura de diversos hechos noticiosos impactantes. Pero hubo una noticia que destacó de todas, por sus consecuentes afectaciones a miles de personas, incluso en el presente: el envenenamiento masivo con dietilenglicol.

A muchos comentólogos y presentadores de la televisión vinculada a sectores opositores se les olvida que en el gobierno de Martín Torrijos, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), salieron a relucir las denuncias de una serie de muertes de pacientes debidas al jarabe maldito. Cuando comenzamos a investigar las causas del mismo, recuerdo que las autoridades de aquel entonces hicieron todo lo posible por evitar que salieran a la luz más detalles del caso.

Tampoco se nos olvida la represión contra familiares de afectados del dietilenglicol frente a la presidencia, en junio de 2007 en los tiempos del PRD. Nadie en los medios de la Avenida 12 de Octubre quiere profundizar en el tema. ¡Ah!, pero cuando sale la noticia de que el presidente Ricardo Martinelli sí cumplió en brindar a los afectados el pago de la pensión vitalicia, lo primero que hacen los periodistas de esos medios es criticar al mandatario porque lloró en la entrega de compensaciones.

En verdad hay gente que es “cara dura”. Si el presidente Martinelli hace y no hace, lo cuestionan, todo por ganar puntos para los Juan Carlos opositores o intentar bajar perfil al candidato presidencial que hoy marca en los sondeos, José Domingo Arias. Pero da lástima que un exmagistrado electorero perredista y una candidata a diputada de San Miguelito que ni en su casa la conocen se la pasen tuiteando contra la expresión del gobernante, solo porque es expresivo. Oigan, el presidente es un ser humano como el resto de los mortales.

Felicitamos al presidente Martinelli por su iniciativa de apoyar a los afectados del jarabe maldito, cosa que el PRD nunca hizo. Hasta se demuestra hidalguía, al pedir disculpas, por la actitud desleal del Estado panameño en olvidarse de las víctimas del dietilenglicol.

La verdad duele y es de hombres aceptar la realidad. Fue cruel que en el pasado se olvidaran de la gente porque temían el costo político. Así no se hace Patria. Larga vida y prosperidad para todos. Saludos, amigas y amigos…