Chinos en el Canal

Por: Carlos Christian Sánchez Columnista -

Hace dos semanas, un submarino nuclear estadounidense transitaba debajo del Puente de las Américas. El navío sigiloso pasó velozmente frente a la Calzada de Amador, donde curiosos atestiguaban su cruce por el Canal de Panamá. Y es a este privilegiado lugar, que desde el 1 de octubre de 1979 revirtió a nuestro país, donde miles de personas acuden a pasear, hacer turismo y disfrutar de las hermosas puestas del sol.

El dichoso terreno de cuatro hectáreas, donde se encuentra el edificio 105 o antiguo teatro de Amador, al igual que varias residencias que pertenecieron a los oficiales del Comando Sur de los Estados Unidos (EE.UU.), ha sido foco de atención debido a que el gobierno panameñista pretende cederlo por 70 años para establecer la futura Embajada de la República Popular de China (RPCH).

Semejante medida provocó el amplio rechazo de todo el pueblo panameño, el cual no olvida los 74 años de luchas por la reivindicación nacionalista en la otrora Zona del Canal, creada por los norteamericanos en 1903. Y ahora, tras cumplirse 18 años de plena administración panameña, nos vienen con colocar un nuevo enclave colonial en la entrada sur de la vía interoceánica.

Panamá es de los panameños, no de los intereses foráneos que, confabulados con el varelismo, intentan beneficiar a empresas chinas para ganar importantes licitaciones de grandes obras. Por ejemplo, la construcción de un puerto de cruceros en Amador y el cuarto puente sobre el Canal. De allí que la molestia de EE.UU. hacia Panamá no solo sea por el establecimiento de una embajada en el viejo Causeway. Es también por el favoritismo de ciertos miembros del gobierno varelista hacia Pekín. ¿Acaso esto no es corrupción?

Estados Unidos es nuestro principal socio comercial y aliado estratégico en la seguridad del Canal de Panamá. Lo de la embajada china en Amador es una seria amenaza a las operaciones de la vía acuática, además de permitir un puesto de espionaje de la potencia asiática. Sobre todo, para monitorear los buques de la U.S. Navy que cruzan por las esclusas. El Departamento de Estado de EE.UU. dio un mensaje claro y contundente: “Creemos que (Panamá) debe ser transparente y justo”, con relación a las razones de la ruptura con Taiwán y los oscuros intereses detrás del reconocimiento diplomático a la China Popular.

Bueno, si los “ñames” siguen con el relajo, vendrán grandes manifestaciones en la sede de la nueva embajada china y, seguramente, a varios encumbrados varelistas les quitarán la visa. Por ende, nunca más verán a Mickey Mouse en Orlando. Larga vida y prosperidad para todos. Saludos, amigas y amigos...

Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.