Comida
Los productores de leche en Alemania capitalista tuvieron un buen año. Como habían pactado con el Gobierno, le compraron toda la producción. Luego tuvieron que mercadearla como
Los productores de leche en Alemania capitalista tuvieron un buen año. Como habían pactado con el Gobierno, le compraron toda la producción. Luego tuvieron que mercadearla como sea para que no se perdiera.
El éxito de esta actividad en los años setenta se basaba en dos cosas: toda la producción tenía garantizada su venta. Segundo, buen sistema de créditos con capacitación técnica. La problemática del agro es conocida en todo el mundo desde hace medio siglo. No se explica cómo en Panamá el año pasado los campesinos dejaron de sembrar más de once mil hectáreas de arroz “porque no era negocio”. Como sucedió con este grano básico de la dieta del panameño, el fenómeno se repitió en porotos, animales de corral y vacunos, etc. En los últimos cinco años, las cifras de abandono de los campos son terribles. Un total de treinta y cinco mil hectáreas dejaron de producir comida en este país, ¡más de seis mil por año! Alegan como justificación que se compraban alimentos en el exterior en plena cosecha del nacional. Recordamos medidas de presión de sembradores de arroz hace meses.
Claro que el Estado da apoyo en préstamos y seguros a un sector agropecuario, pero hay que intensificarlo. La cadena de frío que mejorará el mercadeo debe recibir apoyo del nuevo gobierno porque se necesita. También los mercados en los distritos y corregimientos. Aunque le den otro enfoque las jumbotiendas y ferias no deben desaparecer, sino ser mejoradas. Desde hace medio siglo se escucha en Latinoamérica que “hay que producir lo que consumimos”. Algunos países no le dieron importancia y compraron afuera los productos básicos. Una consecuencia era la decepción del hombre de campo. Abandonará la tierra para venirse a las ciudades a ser otro consumidor. Muchos sabemos que el desarrollo debe ser integral. No debe abandonarse uno a favor de los otros. Ejemplo local es el turismo. Me duele enterarme de los millones de dólares que se van a los bolsillos de campesinos extranjeros... ¡y los panameños comiéndose un cable!, como dirían varios obreros de la construcción...