Cómo valorar y mantener la disciplina

Por: Milcíades Ortíz -

Un día se me acercó una colega y me notificó que mi jefe había dispuesto que representara a la organización en un conversatorio con 80 profesores de enseñanza básica y media, por lo que de inmediato le pregunté acerca del tema que había que tratar, a lo que me respondió: debes hablar acerca de la disciplina y cómo mantenerla.

Acepté el reto de inmediato y empecé a construir el conocimiento que transmitiría en el evento y mi primera reflexión fue por qué tantos hombres y mujeres con formaciones académicas envidiables necesitan que se les hable de disciplina.

Esta es un valor al que todo líder debe apostar para poder dar el ejemplo a todos sus dirigidos y la misma se define como serie de normas o reglas, cuyo propósito es regular el comportamiento de toda persona que vive en cualquier sociedad.

Jim Rohn define la disciplina como el conocimiento humano constante de la necesidad de una acción y acto consciente para realizar esa acción. Esta definición no se despega de la anteriormente citada, pero la complementa con la palabra acción. Entonces, la disciplina parte de un conocimiento y se evidencia con la acción casi simultánea para ser considerada una actividad humana disciplinada.

Al final del conversatorio, mi mensaje fue el siguiente: ustedes como líderes no pueden imponer disciplina y mucho menos mantenerla, si no empiezan a realizar un trabajo disciplinado en ustedes mismos, que terminará con la creación de un socio que los acompañará en todo momento y es la influencia que se gana con la autoridad moral que se irá creando con su conducta disciplinada.



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