Compras
La ciudad capital vivió un verdadero fenómeno ayer cuando almacenes y centros comerciales se pusieron de acuerdo para promocionar un gran día de rebajas, denominado “Black Friday”. Los tranques vehiculares fueron insufribles, y grandes colas se extendían dentro y fuera de las tiendas, particularmente de artículos electrónicos.
El comercio local ha logrado sembrar con éxito (y asombrosa facilidad) la semilla de lo que seguramente será una nueva especie de día “feriado” asociado a las compras, similar a lo que ocurre con la Navidad y el Día de las Madres.
Si bien el éxito del Black Friday ayer demostró que la economía se encuentra fuerte, es importante recalcar a la ciudadanía que por más rebajas y promociones que se nos muestren, no podemos dejar a un lado el principio básico de la economía familiar, aquel de que no debemos gastar más de lo que tenemos, y mucho menos en artículos innecesarios.
Otras recomendación absolutamente necesarias, y que han sido lanzadas hasta la saciedad por la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (ACODECO) es que siempre debemos comparar precios y verificar que no nos estén metiendo “gato por liebre”, probar por adelantado los artículos que vayamos a comprar, y denunciar cualquier indicio de publicidad engañosa.
Recordemos que hay que ser responsables en nuestras finanzas personales. Cada quien debe tener claro la profundidad de sus bolsillos, y hasta dónde puede llegar su Black Friday.