Opinión - 03/6/14 - 01:24 AM

Consecuencia de una adicción

M is días en el hospital me permitieron conocer a un paciente afectado de tabaquismo. Fue doloroso verlo con ganas de vivir y luchar por respirar un

Yadira Roquebert Yadira Roquebert

M is días en el hospital me permitieron conocer a un paciente afectado de tabaquismo. Fue doloroso verlo con ganas de vivir y luchar por respirar un aire que era insuficiente. Sus pulmones estaban tan afectados por el humo del tabaco consumido desde los 16 años que ya a sus 50 era poca la capacidad de oxígeno que podía asimilar.

Con miras al Día Mundial sin Tabaco, conmemorado el pasado sábado 31 de mayo, hago un alto para llegar a los lectores de mi Panamá, el país de las oportunidades, con un mensaje de advertencia sobre los peligros del tabaquismo y, en especial, a personas que estimo y que no hacen el intento de dejar la costumbre de fumarse un cigarrillo, a sabiendas de que con cada inhalación que hacen comprometen su salud y esto les resta años de vida.

Los peligros de fumar son bien conocidos, de hecho, uno de los principales efectos adversos es la alteración de los principales órganos del cuerpo y, muy especialmente, los del sistema respiratorio. El humo del tabaco contiene, según estudios del Ministerio de Salud, más de 4,000 sustancias químicas, cuyas propiedades contribuyen a la muerte de los consumidores.

El fumador tiende a sufrir enfermedades del corazón, es propenso a tener cáncer y presenta padecimientos respiratorios. Similar al diagnóstico del diabético, a quien esta enfermedad le compromete otros órganos, entre los que figura el corazón. No comprendo hasta qué punto una persona que sabe y está consciente de que lo que consume le hace daño a su salud insiste en esa práctica. Es como hacerse el haraquiri. Vi pacientes suplicar por ayuda, cuando la consecuencia de su desenlace era producto de su irresponsabilidad al no cuidar su templo sagrado.

Padecer de este mal es sinónimo de sufrimiento. Recuerdo ver pacientes alterados y con ansiedades cuando les daba la crisis. Cargar a cuesta un tanque de oxígeno y una mascarilla para respirar no es vida, ni para el fumador ni para su familia.

¡Te lanzo el reto, no seas una cifra más de las estadísticas! Atrévete a abandonar esta adicción que deteriora tu organismo y afecta a terceros que están ajenos a tus hábitos y que pasan a ser fumadores pasivos que suman muertes, provocadas por el consumo del tabaco.


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