Cualquiera
Por: Milcíades Ortiz Catedrático -
Para algunos panameños, el primero de mayo es un día cualquiera. No le dan importancia a la fecha que hon- ra a los trabajadores, en numerosos países del mundo. Fue seleccionado este día, en honor a las luchas y sangre derramada hace años, especialmente en EE.UU., por trabajadores que pedían un horario adecuado y un salario justo.
La Sociología del Trabajo explica, que al desarrollarse la minería y las fábricas, fueron modernizándose los países que todavía hoy dominan al mundo. Ya sea en sistemas capitalistas, reinados y dictaduras, el modernismo se fundamentó en la explotación de los trabajadores. Por eso, las jornadas diarias a veces pasaban las doce horas, las condiciones físicas del trabajo eran horribles, lo que afectaba la salud y vida de ellos. Recibían un salario tan bajo que nunca podrían dejar el círculo de la pobreza.
La educación no estaba a su alcance. A los hijos no les quedaba más que unirse al trabajo agobiante de sus padres. Mientras, enormes fortunas convirtieron a los empresarios en personas poderosas, tanto en la economía como en la política.
Sociológicamente, el trabajo desarrolla las sociedades, y les da un sentido de pertenencia a sus individuos. En los años cincuenta del siglo pasado, una canción popular se burlaba del trabajo. Sostenía que el trabajo lo había hecho Dios como castigo, y los que debían trabajar eran los bueyes… Aunque se diga lo contrario, el panameño no es vago. Miles de ellos realizan su trabajo con “amor”, así me lo dijo mi primer jefe, el juez Rubén D. Conte.
Los sindicatos que agrupan a los trabajadores tienen la mala imagen de solo luchar por aumentos de salarios. Ahora lo hemos visto con las acciones de los obreros de la construcción. En algunos países desarrollados esta imagen de conflicto no existe, porque empresarios y trabajadores son necesarios para el éxito de la actividad económica. Como hay panameños que se la pasan soñando con la jubilación, a muchos otros les cuesta dejar de trabajar. Años de experiencias y estudios se pierden aquí cuando botan a una persona por ser vieja. En otros países a los jubilados se les sigue aprovechando para el mejoramiento de la sociedad. (Dice el Cholito Mesero de Santana, que se pondrá cualquier trapo rojo el día que juegue la selección de fútbol, porque no puede comprar esa camiseta cara).