Demagogia y cinismo
Dice un viejo dicho, producto de la sabiduría popular, que “en el lomo de la desesperación cabalga la mentira”.
Este refrán pudiera aplicarse con mucho tino a candidatos presidenciales opositores que se han dado a la tarea de hacer promesas ilógicas y absurdas, como aquella de que va a construir cien mil casas si llega al Palacio de Las Garzas.
El padre de las matemáticas, Pitágoras, se retorcería de risa ante razonamiento tan descabellado, y es que los cálculos sencillamente no dan, ya que tal promesa implica construir 54 casas por día, incluyendo sábados y domingo. Eso sin contar de que tal promesa viene de un hombre que fue diez años alcalde y en esa década de gestión no se le conoce una sola obra de importancia.
Otro tanto es su promesa de construir en cinco años 250 mercados municipales y aquí queda al descubierto la falacia, pues siendo alcalde por 10 años no construyó un solo mercado en el distrito capital.
La desesperación recuerda también la vieja anécdota de la política criolla, en la que un gamonal de pueblo promete a los electores un puente y cuando estos le dicen “pero, señor, si aquí no hay río”, el cínico les responde, “también les pongo el río”.
Esta demagogia es producto de la desesperación, ya que no tienen la simpatía popular, así de sencillo.
El pueblo no quiere retornar al pasado y prefiere votar por obras tangibles y de beneficio concreto. Lo demás es sueño de opio.