Desvirtuando resultados
Durante los últimos dos años, dirigentes de la oposición se han llenado la boca con advertencias agoreras de que el actual gobierno no estará dispuesto a aceptar un resultado adverso en las elecciones presidenciales de mayo próximo.
Sin embargo, dadas las más recientes declaraciones de estos mismos dirigentes, así como de medios de comunicación afines a la oposición, habría que preguntarles si estarán dispuestos ellos a aceptar una derrota con hidalguía y caballerosidad, que es la actitud que se esperaría de un verdadero demócrata.
Y es que faltando poco más de un mes para la cita electoral, cuando se hace más difícil e improbable la posibilidad de desbancar el liderazgo del candidato presidencial oficialista en las encuestas, las mismas figuras de siempre están trantando de pintar el escenario de que un triunfo de Cambio Democrático solo podría ser producto de un resultado electoral ilegítimo.
En resumidas cuentas, están tratando de hacerle creer al país de que un candidato que lleva un año de liderar la intención de voto en todos los sondeos de encuestadoras respetables, únicamente podría ganar por “fraude”.
Al ser cuestionados sobre el tema, afirman que “tenemos nuestras propias encuestas internas”, pero nunca las hacen públicas.
Cada vez se hace más evidente que han sido los menos dispuestos a respetar el Pacto Ético Electoral que tanto le exigieron firmar a la campaña oficialista.