Día Mundial de los Derechos del Consumidor
Por: Abilio Abel González L. Comunicador social -
Cada 15 de marzo es una ocasión propicia para recordar que los consumidores tienen derechos y que en Panamá los mismos son debidamente promovidos.
Sin embargo, muchos consumidores quizás no perciban que sus derechos están para hacerlos valer, porque esperan que el Estado brinde la protección adecuada a sus intereses. En un libre mercado, el consumidor es el llamado a velar por el cumplimiento de sus derechos, que le garantice el pago de un justo precio por el bien o servicio que recibe.
Los ocho derechos de los consumidores, que son reconocidos en casi todo el mundo, son: derecho al consumo o a la satisfacción de las necesidades básicas; derecho a escoger; derecho a la información; derecho a la seguridad; derecho a la compensación; derecho a ser escuchado; derecho a la orientación y educación del consumidor, y el derecho a un ambiente saludable.
Cada año, para celebrar el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, ‘Consumers International’ (CI), organismo mundial e independiente con más de 250 miembros en 120 países, lanza una campaña llamando la atención sobre determinado tema de consumo. El lema seleccionado este año, es “Productos Inteligentes de Confianza”.
Según informes del CI, los productos inteligentes están conectados a Internet y reciben, recopilan y envían datos. A medida que más personas se conectan en línea en todo el mundo y la conexión a internet se vuelve mejor y más rápida, los productos inteligentes se convertirán en una realidad cotidiana para los consumidores en todo el mundo, marcando un cambio importante en la forma en que muchos consumidores interactúan con los productos y servicios.
La aparición de la tecnología inteligente ofrece muchas oportunidades para los consumidores; acceso a nuevos servicios, productos más sensibles, mayor comodidad y opciones. Sin embargo, existen algunas causas importantes de preocupación: falta de seguridad, privacidad y opciones significativas sobre cómo se usan y falta de claridad sobre quién es responsable cuando las cosas salen mal.