Dominguero
El “pelao” no tiene diez años, pero ya se sabe de memoria todas las estaciones del metro. Ese domingo gozaba gritando los nombres, y varios en el
El “pelao” no tiene diez años, pero ya se sabe de memoria todas las estaciones del metro. Ese domingo gozaba gritando los nombres, y varios en el vagón sentíamos vergüenza de no recordar qué estación vendría. Sus padres estaban felices con la “genialidad” del niño y sonreían. No eran los únicos. Decenas de pequeños disfrutaban del recorrido del nuevo transporte “del primer mundo”. Como sociólogo hice un análisis de los presentes. Me llamó la atención la cantidad de parejas jóvenes de origen humilde. Parecía que fueran a divertirse a playas. Se habla mucho de que las familias están desapareciendo por irresponsabilidades de los adultos. Eso no se notaba en ese sitio, donde brillaba el buen comportamiento de adultos y niños ante el moderno transporte. Apenas entraba a los vagones, alguien, respetando mis canas, me cedía un asiento. Lo mismo sucedía con damas embarazadas o con niños que cuidar.
Risitas nerviosas surgían cuando la máquina aceleraba un poco y se sentía un empujón en el vagón. Un joven de evidente origen indígena se mantenía tranquilo ante el recorrido por los subterráneos, como si siempre hubiese usado metro. Mi mente de periodista inventó un atractivo titular para un artículo: “De la piragua al metro”... Aquellos fatalistas que dijeron que costaría mucho que los panameños supieran usar este transporte se equivocaron. Claro que uno que otro chiquillo o joven quería pisar la línea amarilla para entrar rápido al tren. Los gritos de advertencia de personal de seguridad envolvían el ambiente de respeto y control. Igual pasaba en los vagones. Los recorrían uniformados que en forma amable llamaban la atención si alguien quería “hacer de las suyas”. Le podrán decir todo lo que quieran al presidente Martinelli criticando su administración, pero es difícil ocultar que en su gobierno la ciudad tuvo una transformación que beneficia al millón y tantos de citadinos y turistas.
Quedan problemas por resolver. Eso tendrá que hacerlo la nueva administración. Estoy seguro de que habrá panameños que comparen dentro de semanas las obras de él y el nuevo mandatario. Ya se ha convertido en una actividad dominguera hacer turismo en el metro. Esperemos que esto siga cuando se cobre...