El jaguar panameño
Es el tercer félido más grande del mundo, detrás del tigre y el león. A estos jaguares que se han visto en Chigoré, Capira, y en
Es el tercer félido más grande del mundo, detrás del tigre y el león. A estos jaguares que se han visto en Chigoré, Capira, y en el macizo del cascajal de Río Grande, debiesen capacitarlos para que se coman a los de la asamblea y a los taxistas, solamente para que se acabe de una vez por todas tanto el relajo como el no voy en este país alfabetizado por los conquistadores católicos de España.
Panthera Onca es el nombre científico de este poderoso gato que come armadillos, saínos, tortugas, cocodrilos, venados y hasta perros.
Este ágil depredador no tiene competencia y es el causante que ningún perro en Panamá se atreva a cazar solo en las montañas. La presencia del jaguar es casi general en el nuevo mundo. Existen muy pocos reportes que hayan atacado a los humanos.
El peso de este animal se aproxima a las trescientas libras y de la punta de las vibrisas de la nariz hasta la cola mide aproximadamente dos yardas y media.
Con la llegada de los coyotes a Panamá, expertos aseguran que no llegarán a las montañas de la cordillera central porque serían comidos por los jaguares que dominan amplios territorios. Los perros son una de las presas favoritas para los parientes de los tigres que habitan aquí. Actualmente los coyotes están posesionados en Chiriquí, Veraguas y Coclé.
No se han visto ni escuchado sus intimidantes aullidos de hambre ni en La Chorrera ni en Chepo. En la primera porque no hay nada que comer y en la segunda, quizás por el canal.
El jaguar panameño gusta de cazar cocodrilos y tiene tanta agilidad y paciencia que los observa por horas cuando están en aguas poco profundas en las orillas de los ríos o lagos. El jaguar se precipita velozmente en el agua y atrapa la cabeza del reptil con sus grandes colmillos, fracturándole el cráneo de inmediato.
La deforestación en las grandes montañas son el principal motivo para que esta especie esté en peligro de extinción.