El mundo se hace de oportunidades

Por: Gonzalo López Menéndez Periodista -

Una cárcel abierta al público, sin vallas, donde los reclusos trabajan al tiempo que viven con sus familias. Es la cárcel de Iwahig, Filipinas, allí los programas de rehabilitación han conseguido unas mejores condiciones de vida para los presos.

Pasó de ser el lugar donde reunir a los presos más peligrosos a un correccional bajo el objetivo de la reinserción. Los presos agradecen cumplir condena en Iwahig. Estas políticas han conseguido que los intentos de fuga en el centro sean inferiores a la media.

Durante seis días a la semana realizan trabajos al aire libre. Son presos, pero también ganaderos, agricultores y pescaderos. Reciben un trato digno, como ellos mismos destacan. Equipos de fútbol, programas de radio, periódicos y familias reunidas son otras tantas medidas de reinserción que se llevan a cabo en el mundo.

Se suele asociar la cárcel a castigo, culpabilidad o condena, pero para muchos de ellos se trata de una oportunidad de acceder a la cultura, reeducarse, formarse o enriquecerse como persona. Que las cárceles vayan más allá del castigo o la venganza social depende de iniciativas como estas. La propia Constitución española reconoce que las instituciones penitenciarias deben estar orientadas hacia la reeducación y la reinserción social. Cuando un preso entra en un centro penitenciario, no se busca crear un mejor criminal, sino una mejor persona.

Estos programas permiten acceder a los presos a otro método de hacer justicia a sí mismos para proyectar su vida fuera de la penitenciaria. Junto con el régimen abierto y la libertad condicional consiguen que la reincidencia entre los internos de estas prisiones sea inferior a la media. En la última década solo han tenido una veintena de casos de intento de huida, según cuenta la ayudante del superintendente.

Brindar una oportunidad y reconocer el beneficio de la duda puede no suponer mucho para alguien que ve la situación desde fuera, pero puede significar todo para quien la vive desde dentro. La reinserción social es el mejor método para luchar contra la exclusión y conseguir que los presos sean mejores personas y no mejores criminales. Es el medio para lograr un desarrollo humano integral para todos.

Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.