EL TIEMPO DE LA RECONCILIACIÓN

Por: Por Riccardo Francolini Arosemena -

Antes de iniciar el contenido del artículo de hoy, quisiera expresar mi más sincera felicitación al pueblo panameño, el soberano, que en el marco de la celebración de las elecciones generales, eligió al nuevo Presidente, que tendrá en sus manos la gran responsabilidad de colocar al país nuevamente por el sendero de la prosperidad y el crecimiento económico que tanto esperamos todos los panameños.

Si comparamos esta campaña electoral con las del pasado, naturalmente hay una gran diferencia, no sólo en tiempo, sino en financiamiento. Fue más corta y menos costosa si lo analizamos matemáticamente. Pero, pese a todo, el pueblo panameño participó democráticamente y ejerció libremente el derecho al sufragio para elegir a sus gobernantes: presidente, alcaldes, diputados, representantes de corregimientos y concejales.

La propaganda, las diferencias, los insultos, las denuncias, las críticas y las justas e injustas calificaciones deben quedar en el pasado, atrás en el olvido, porque estos factores alimentan el odio, el rencor y el revanchismo que en nada contribuyen en la búsqueda del consenso nacional que necesita nuestro país. Ha llegado el momento de sumar y no restar. Aplaudo las palabras del presidente Electo Nito Cortizo cuando planteó su deseo de dejar las diferencias atrás, en el pasado, porque estoy seguro que esa es la actitud que carcome los deseos y las iniciativas de encontrar un verdadero consenso nacional.

Tengo que felicitar a todos los candidatos electos tanto para cargos de alcaldes, diputados, representantes y concejales, pero también a aquellos que por alguna razón no lograron el triunfo, ya que, en el fondo fueron partícipes de unos comicios que se caracterizaron por no ser violentos y porque se vio una participación activa de muchos electores que desde muy temprano acudieron a sus respectivas urnas. Si existe algún reclamo por la metodología o aplicación de la ley electoral, creo que no es el momento de hacerlo. Vendrá el tiempo en que se instale la Comisión Nacional de Reformas Electorales, para plantear las modificaciones que requieran y mejorar este documento esencial para el sistema democrático panameño.

El gobierno del presidente electo, Laurentino Cortizo, tiene una de las mejores oportunidades para enderezar el destino del país por el camino correcto, con transparencia y sobre todo respeto a la Constitución Nacional y las leyes. Ha llegado el tiempo para consensuar, para lograr acuerdos con todas fuerzas políticas y económicas del país, con el objetivo de ofrecer nuevas oportunidades al país en general. Uno de esos retos que tiene el nuevo gobierno que se instalará a partir del 1 de julio será mejorar los niveles de empleos. No es posible que hace tan sólo cinco años el índice de desempleo en Panamá estaba por el orden del 4 por ciento y hoy permanece en 7.2 por ciento.

Después de cinco años de una intensa convulsión política, engendrada por un Gobierno revanchista y perseguidor, ahora le toca a los nuevos gobernantes rescatar a la nación panameña de ese abismo cruel lleno de desigualdades, producto de la incapacidad y falta de voluntad de una administración que nunca supo gobernar para todos los panameños. Hay confianza en que el nuevo gobierno asumirá con determinación los problemas y le dará respuesta a esas necesidades en materia de salud, educación, vivienda, transporte, seguridad, entre otros.

No tengo la menor duda que ha habido un completo divorcio entre las autoridades actuales con el sector agropecuario, prácticamente abandonado a su suerte, mientras que en otros países reciben el respaldo, que auténticamente debiera recibir el nuestro como fórmula para garantizar el régimen alimentario del país. Las esperanzas del sector productivo del país esta en la experiencia que tiene el nuevo gobernante, por haber manejado la cartera agropecuaria en otrora.

El nuevo presidente habló de empleos, por supuesto que este es uno de los renglones más importante en el desarrollo de un país, la generación de empleos y para lograr esta meta tendrá que apoyarse y respaldar las políticas del sector privado. La industria, el comercio, el turismo y muchas otras áreas económicas del país necesitan el respaldo del gobierno para crecer y crear las plazas de empleo que necesitan muchos jóvenes hoy día.

A partir del 1 de julio de este año inicia una nueva etapa, es el periodo del éxito, el consenso, los acuerdos, la reconciliación y los pactos que vayan en beneficio de los pobres. Es la nueva etapa para poner en práctica un sistema de justicia que respete las leyes y no responda a intereses o deseos de un gobernante. Es la excelente oportunidad para quienes nos gobernarán en los próximos cinco años, coloquen al país en un estado de crecimiento económico que sería la envidia en la región. En síntesis, es el tiempo de volver a sumar.

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