El valor de un clic
Cada vez que navegamos por internet nos asaltan múltiples anuncios. Pueden ser de coches, de bancos, de móviles, de ropa o, incluso, de algo que hubiéramos
Cada vez que navegamos por internet nos asaltan múltiples anuncios. Pueden ser de coches, de bancos, de móviles, de ropa o, incluso, de algo que hubiéramos buscado con anterioridad desde nuestro ordenador. Suelen ser anuncios que se agrandan hasta alcanzar el tamaño completo de la pantalla y no dejan ver su contenido hasta que el consumidor no los cierra. Nos crean necesidades absurdas y nos insisten hasta que accedemos a comprar. Disponen de nuestros datos porque otros se los venden.
Google AdWords es el programa que utiliza Google para ofrecer espacios de publicidad a anunciantes. De este modo nos aparecerán vistosos avisos sobre lo que hayamos buscado en ese mismo instante. Nos insisten hasta vendernos sus artículos. Las empresas se benefician cada vez que alguien pulsa en su anuncio.
Como usuarios no pagamos casi nada de lo que consumimos por internet. Por esto, la dependencia de la publicidad por parte de las páginas web o blogs es tan grande. Nos hemos acostumbrado a leer artículos, ver videos, escuchar programas de radio o de televisión a través de la red de manera gratuita. Nos negamos a pagar cualquiera de estos servicios, nos llegamos a sentir ofendidos si nos piden una cantidad de dinero a cambio. No entendemos que detrás de lo que vemos está el trabajo de una persona o de varias.
Las empresas se aprovechan de esto y abusan del consumidor a través de los medios de comunicación. A menudo hacen que su anuncio ocupe toda la pantalla y nos obligue a hacer clic en ellos. Una vez abierto el enlace, aunque sea con un acto involuntario, reciben su primer beneficio. Después, lograrán que ese anuncio quede retenido en la memoria de varias personas y por último, conseguirán un buen número de ventas.