Escapar

E l famoso Cholito Mesero del viejo café de Santana tiene algo de razón cuando dice que quisiera huir a otro lugar este mes de diciembre. No

Milciades Ortiz / Milciades Ortiz

E l famoso Cholito Mesero del viejo café de Santana tiene algo de razón cuando dice que quisiera huir a otro lugar este mes de diciembre. No es el único que ve en este mes días de estrés, miedo a asaltos, gastos exagerados, deudas que durarán meses en pagar, molestias en el tránsito y disgusto en algunas personas. Si analizamos fríamente el hecho, es lógico que un mes con tantas festividades cambie la vida cotidiana de los panameños.

El consumismo es casi imposible de evitar en estos días. No solo se trata de gastar plata que a veces no se tiene en regalos, sino en artículos que pueden ser innecesarios. Por más que haya campañas preventivas como las de la Acodeco, el ambiente influye en más de uno. Luego sufrirá porque gastó más de la cuenta. Costumbres existen que obligan a cambiar artículos que se consideran viejos.

“Viene el Año Nuevo y hay que dejar lo viejo para que sea bueno”, es un pensamiento convertido en tradición en ciertos sectores. Aunque cortinas, alfombras, linóleos, ropa, artículos de lavar, etc. puedan ser usados por meses, el “ambiente” navideño hará a más de uno gastar lo que no puede en conseguirlos nuevos. A veces las apariencias dominan. Esto no es nuevo. Cuando era niño en Parque Lefevre, si un vecino compraba el último “componente de música”, uno tenía que hacer lo mismo o mejor.

Si los niños iban a las fiestas navideñas con ropas “viejas”, provocarían comentarios críticos. Era “necesario” que tuvieran ropa nueva… No solo el gasto innecesario caracteriza las fiestas de Navidad. Aparte de los tranques en las calles, los nervios se pondrán muy tensos por miedo a sufrir robos y atracos. Millones de balboas extras circularán en pocos días. Es una tentación para los “amigos de lo ajeno”. Por más que se aumenten los policías, habrá víctimas de los maleantes.

Aumentarán las enfermedades estomacales. No siempre se puede controlar uno ante las “comilonas” que sobran en estos días. Algunos subirán de peso y luego sufrirán para rebajar las “llantitas” causadas por asados, dulces y tamales. ¿Escapar? ¡No es fácil encontrar un sitio donde no exista la Navidad! Así que…



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