Opinión - 01/9/13 - 02:30 AM

Etanol

El uso de etanol es un proyecto que se remonta a la década del 90 cuando se firmó el protocolo de Kyoto.

Por: -

Redacción

Panamá inicia hoy la implementación del etanol a base de caña de azúcar como un aditivo oxigenante para la gasolina de 91 y 95 octanos.

Frente a todo cambio hay una oposición natural, pero la medida trae beneficios positivos en materia ambiental, reducción de la fuga de divisas y mejora a la economía de las zonas de producción.

El uso de etanol es un proyecto que se remonta a la década del 90 cuando se firmó el protocolo de Kyoto, tendientes a reducir la emisión de gases invernaderos y se sugiere la introducción de los biocombustibles para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles.

Panamá ratificó el protocolo de Kioto en el año 2009. Se estima que la fuga de divisas por la factura petrolera se reduciría en un estimado de 15 millones de dólares al año. Es cierto que las empresas que se dediquen obtendrán ganancias, lo cual es lógico en todo país capitalista, pero es dinero que se mantendrá en la economía local y además se generarán nuevas plaza de empleos en áreas del interior.

Se estima que se requiere una hectárea de cultivo de caña de azúcar para producir 1,000 galones de etanol, el cual tendría un costo estimado por debajo de $1.50 por galón.

Desde hoy en la capital hasta el río Chagres, La Chorrera y la 24 de diciembre se debe vender la gasolina con un 5% de etanol. Para el 2016 la mezcla aumentará al 10%.

Como siempre ya han salido seudos "expertos" a cuestionar la medida vaticinando posibles daños al parque vehicular, lo cual ha sido descartado por los técnicos. Objetivamente lo cuestionable es un aumento estimado de 0.01 por galón de combustible, pero la medida puesta en el balance es conveniente para el país.


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