Explosivos gringos
Desde el año 1999, Estados Unidos tiene una materia pendiente con Panamá como es la limpieza de explosivos y municiones no detonadas que dejó el Comando Sur en diversos puntos del país, sobre en la isla San José, el Pacífico.
Gobierno tras gobierno del coloso del Norte ha prometido sanear el basurero que nos dejaron, pero hasta ahora todo queda en promesas.
Se espera que ahora el nuevo compromiso del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, no caiga en saco roto y de una vez por todas Washington cumpla con su obligación de retirar las bombas dejadas en Panamá, muchas de las cuales datan desde la época de la Segunda Guerra Mundial.
Solo en la isla San José hay cinco bombas químicas de mil o dos mil libras y una de 500.
Panamá ha planteado en repetidas ocasiones el tema ante el Departamento de Defensa de Estados Unidos y durante la administración de la mandataria Mireya Moscoso, el tema fue presentado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas por el entonces canciller José Miguel Alemán.
El tiempo ha pasado. Hace 66 años fueron dejadas las bombas en isla San José y hace casi 15 años, las tropas norteamericanas salieron de Panamá, pero los gringos mantienen una deuda pendiente con nuestro país: llevarse unos explosivos que ellos trajeron y que nosotros nunca pedimos.
Ahora que se acerca la visita del vicepresidente Joe Biden