Halloween
Hay que reconocer que el Halloween o Fiesta de Brujas, es un evento cuya celebración ha venido en descenso y que en los últimos años, se concentra más que todo en festejos en las discotecas y la ingesta de licor.
Hay que reconocer que el Halloween o Fiesta de Brujas, es un evento cuya celebración ha venido en descenso y que en los últimos años, se concentra más que todo en festejos en las discotecas y la ingesta de licor.
Por un tiempo, los panameños y otros pueblos de las Américas se dejaron hipnotizar por una fiesta tan lejana y fatua como el Halloween.
Las raíces de Halloween vienen ya desde el siglo VI A.C., cuando los celtas del norte de Europa celebraban el fin del año con la fiesta de Samhein, fiesta del sol que comenzaba la noche del 31 de octubre. Marcaba el fin del verano y de las cosechas. Creían que aquella noche el Dios de la Muerte permitía a los difuntos volver a la tierra. Según la religión celta, las almas estaban atrapadas dentro de animales feroces y podían liberarse ofreciendo a los dioses sacrificios, incluso humanos.
El Halloween colinda con la celebración de nuestras fechas patrióticas, por lo que resultaba inconcebible que estas celebraciones quedan apocadas con disfraces y culto a lo extranjero, que distorsionan nuestra identidad y nuestro amor por lo propio. La realidad es que aunque ha bajado lo relativo a la promoción del Día de Brujas, también es una realidad que pocos establecimientos se ven adornados con motivos patrios.
Aunque el Halloween decae, los panameños no debemos dormir en los laureles y hay que resaltar que en el país hay otras tradiciones propias de nuestra cultura, por lo que no es necesario importar festividades propias de Europa y de Estados Unidos, por eso lo más correcto es rendirle tributo a la Patria y no a las brujas.