Hogares
De acuerdo con investigaciones periodísticas, en Panamá ocurre una separación de pareja cada cuatro horas o un divorcio por cada cuatro matrimonios, demostrando el escuálido esquema familiar
De acuerdo con investigaciones periodísticas, en Panamá ocurre una separación de pareja cada cuatro horas o un divorcio por cada cuatro matrimonios, demostrando el escuálido esquema familiar sobre el que se sustenta nuestra sociedad.
El mayor porcentaje de las rupturas matrimoniales ocurre entre los 5 y 9 años de relación, por lo que se produce una desestabilización para los hijos, las propiedades y otros bienes. En 2011, de cada 10 nacimientos, 3 provenían de matrimonios formales. El 70% son resultado de uniones libres.
En la actualidad, las familias están formadas por abuelos, tíos, padres, sobrinos, nietos y hasta bisnietos, en una mescolanza que resulta de la desintegración de las relaciones y la búsqueda de protección y seguridad que requieren las víctimas del fracaso conyugal.
Hoy día, muchos jóvenes sin empleo y sin estudios se involucran con “amigas” con las que llegan a tener relaciones íntimas que muchas veces terminan en embarazos no deseados sobre los cuales no tendrán ninguna responsabilidad.
En otros casos, algunas jóvenes mujeres que han caído en lo señalado en el párrafo anterior buscan seguridad con otros hombres, pero solo eslabonan una cadena de vástagos sin padres y recargan a sus propios familiares.
Hay otros casos en que los dos integrantes de la pareja prefieren seguir viviendo con sus padres para preservar cierto estatus y derechos de hijos sin compromisos para no enfrentar los problemas derivados de una relación formal.
Lamentablemente, debemos reconocer que vivimos en una sociedad vacía que no le da valor a nada. Lanzamos la basura a la calle, manejamos desordenadamente y traemos hijos al mundo sin hacernos responsables por ellos. El futuro se oscurece para esos niños y niñas que sufrirán por la irresponsabilidad de sus progenitores.