Hora del ambiente

Con la expectativa sobre lo que vendrá para el país tras las elecciones generales panameñas del pasado 4 de mayo, es el momento de pensar en el futuro ambiental del país.

Es evidente que hay mucho trabajo por hacer, y no solo pensando en la cantidad de vallas y banderas de las campañas que no han sido desmontadas o que se ven tiradas en el piso, generando contaminación visual y física.

Hay amenazas contra el medioambiente que son de mucho mayor importancia de lo que comparativamente se habló del tema durante la pasada etapa preelectoral, en la que tuvieron mucho mayor peso en la opinión aspectos que, desde luego, no dejan de ser importantes, como el costo de vida, la seguridad y la institucionalidad.

Existen en el país autoridades ambientales débiles, que no solo no aplican las leyes ni vigilan lo suficiente, fiscalizan o sancionan, sino que en muchas ocasiones han sido complacientes o han actuado con pasividad, favoreciendo los intereses particulares.

La agenda ambiental 2014-2019 propuesta por organizaciones como la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Ancon), y que conocen el presidente electo, Juan Carlos Varela, y el alcalde electo de la capital, José Isabel Blandón, puede ser un buen punto de partida para la nueva gestión.

La creación de un Ministerio de Ambiente, el establecimiento de una ley para la protección de los humedales, la elaboración de un plan de ordenamiento territorial, la protección de las cuencas y la consideración de una moratoria a la tala de bosques y a la minería metálica a cielo abierto son algunos de los planteamientos interesantes de esta propuesta.