Infiernillo político
Por: Minneapolis -
Bueno, bueno, cuando los ciudadanos traspasan o delegan su poder de decisión política en personas elegidas por el voto popular en elecciones competitivas, estamos en un régimen o democracia representativo.
Por cierto la representación, teoría elaborada por el político jacobino francés, Emanuel Siéyes, se basa en el principio de la soberanía nacional. Es la facultad de actuar a nombre de otras personas.
De paso, debe insertarse en un régimen político (presidencialismo, parlamentista) o sistema (capitalista, socialista), como un proceso de elección de los gobernantes y de central a través de elecciones competitivas, lo cual implica su legitimación.
La representación es el método por el cual un país puede ser gobernado democráticamente. Entre más amplia y competitiva es la elección, más democrática y legítima es la representación.
El tipo de representación puede ser:
1) como delegación (actúa según su criterio)
2) como fiduciario (siga instrucción del representado)
3) como espejo (de acuerdo al conjunto social y no individual del votante).
Por ello requiere comunicación entre las partes, una cultura política participativa, voluntad política y línea alternativa de opinión.
Es el criterio de que el poder del Estado radica es el apoyo popular, lo cual lo legitima, no lo coerciona.
Se trata de un gobierno representativo de la sociedad a la vez responsable, con autoridad. Incluye el equilibro entre el poder político, el económico y el de los medios de comunicación y grupos de presión.
No se trata solo de legalidad, sino de legitimidad, que garantice decisiones vinculantes (mando y obediencia).
Condiciones de la representación. El pueblo elige libre y periódicamente. Los elegidos responden responsablemente. El pueblo acepta las decisiones. Además, el pueblo participa en la toma de decisiones.
La representación puede ser: por elección (mandatario, legisladores, alcaldes, representantes). Por nombramiento (embajadores, directores entidades autónomas).
Puede ser simbólica (el presidente representa al país). Por acto de fe (el arzobispo representa a la iglesia católica). Por acuerdo (un presidente de gremio lo representa). Por ley (un magistrado representa a la justicia).
Es ilegítima cuando se abroga una representación que no ha sido otorgada por los supuestos representados. Por ejemplo, civiles que dicen representar a la sociedad civil, sin haber gestado de esta el mandato.
Para Abraham Lincoln ningún hombre está lo suficientemente bueno para gobernar a otros hombres sin su consentimiento.
Bueno eso es todo por hoy, pero tranquilos que el próximo jueves habrá más.