Infiernillo político
B ueno, bueno, pasó la Navidad, pero sobre todo el doloroso recuerdo extendido de hace 24 años, cuando un ensoberbecido mandatario yanqui (luego víctima de los lacrimógenos
B ueno, bueno, pasó la Navidad, pero sobre todo el doloroso recuerdo extendido de hace 24 años, cuando un ensoberbecido mandatario yanqui (luego víctima de los lacrimógenos como cualquier revoltoso) ordenó masacrar el pueblo panameño para extender el dominio de su país sobre el nuestro.
Por cierto, ningún mandatario hasta la fecha ha impuesto su sentir nacionalista para reclamar justicia, aunque sea ante la historia, y honren las víctimas y a los héroes que cayeron defendiendo a la patria.
De paso el asunto quedó en unos homenajes reducidos por parte de quienes aún lloran a sus muertos.
Porque la gastadera de fiestas navideñas y la politiquería ocupan el lugar de ocio de los panameños, dispuestos a sucumbir al fugaz encanto del mercadeo y la parranda que se anuncia por todos lados.
Incluso, los favorecidos con los retrasados “cerdemenes” hicieron largas filas en lugares donde podían hacer efectivo para tenerlos en el bolsillo, aunque fuese un ratito, un billete que creían perdido y les caía a tiempo para dejarlo en almacenes, bodegas y salas de diversión.
Aún más se los facilitó el Gobierno, dando paso libre por los corredores para que la gente no tuviera tan estresada con los tranques y en sus rutas a llevarlos de compras.
Total, también hacer la fiesta de regalos de pavos, jamones y bolsas navideñas que los opositores del Gobierno solo reciben el reclamo de si les dieron suficientes o no.
Quienes sí se quedan frustrados fueron los vendedores de arbolitos de Navidad (las romas de Canadá) que pensaron hacer el gran negocio con sus arbustos y la gente no los compró como en años pasados.
Los políticos no hacen un alto y continúan con los programas electorales, aunque cuidándose bien de no caer confundidos con Papa Noel, pero aún falta el asalto formal que se inclina el otro año con la mira puesta en Palacio.
Tampoco se redujo el nivel de delincuencia con los robos, asesinatos, asaltos ni la tragedia de incendios con víctimas (montajes y accidentes de tránsito fatales). Bueno, eso es todo por hoy, pero tranquilos, que el próximo jueves habrá más.