Infiernillo político
Bueno, bueno, la política, sobre todo en campañas electorales, por la verborrea y el afán de sobresalir, lleva en muchas ocasiones a las contradicciones entre los
Bueno, bueno, la política, sobre todo en campañas electorales, por la verborrea y el afán de sobresalir, lleva en muchas ocasiones a las contradicciones entre los propios actores. Por cierto, en nuestro país, eso no ha sido una excepción y así vemos cómo, pese a criticar al Gobierno, por el impacto de obras de la actual administración los llamados opositores se comprometen a mantener y ampliar muchas de ellas como el metro.
De paso, los candidatos opositores del mismo nombre equivocan la estrategia y atacan al candidato gobiernista, sin pensar que es entre ellos que está la pugna por obtener los votos.
Comencemos con José Domingo Arias. Al elegir a la primera dama, una figura con buena imagen, como vicepresidenta, hizo que los disparos oposicionistas la fulminaran como una reelección del presidente Martinelli.
Peor aún que al declarar que mantendría en sus cargos a actuales ministros y otras figuras, lo cual afecta a otros seguidores que aspiran y no le contribuye electoralmente exente ¿Más de lo mismo?
Vayamos con Juan Carlos Navarro. El candidato del PRD ataca a Varela como gobiernista por sus 30 meses de gobierno. Pero se reúne con el presidente Martinelli y se dijo le pidió favores. Además, llevó de vicepresidente a un llamado independiente, excluyendo a miembros de su propio partido pese a insistir de que están unidos.
Su caída en la popularidad piensa levantarla pegándosele al candidato a alcalde de su partido que marca bien en las encuestas. Pero ello no es indicatorio de que votaran por él.
Aquello de “no pa’tras” es un recordatorio de “ni un paso atrás” del “regáñame general”.
Pese a hablar de separación de poderes, dijo nombrará al zar anticorrupción una designación del poder judicial.
Luego Juan Carlos Varela dice que todo lo bueno del gobierno actual lo hizo él, y que lo malo es de Martinelli. Pero manejó la Cancillería beneficiando a su gente, y su hermano fue el primer presidente legislativo.
Nombró de vicepresidente a una mujer ajena al partido y a la política, pese a insistir que el panameñismo lo apoya.
En un debate llevó un caso personal de Navarro pero se queja de que en un debate le sacaron lo de unos cheques cobrados de una fundación que los reciben de un consulado. Igual que Navarro de él, dice que el candidato del PRD es Pro-Martinelli.
Bien lo dijo Franciso Villon, un aventurero poeta francés del siglo XV “tanto habla uno que se contradice”.
Bueno eso es todo por hoy pero tranquilos que el próximo jueves habrá más.