Opinión - 07/7/12 - 09:58 PM

Jesús nos deja libre; proponen, no impone

Por: Fundación -

Cuando ya se había hecho popular y famoso por sus milagros y su enseñanza, Jesús volvió un día a su lugar de origen, Nazaret, y como de costumbre se puso a enseñar en la sinagoga.

El episodio del Evangelio nos enseña algo importante. Jesús nos deja libres; propone, no impone sus dones. Aquel día, ante el rechazo de sus paisanos, Jesús no se abandonó a amenazas e inventivas. Sencillamente se marchó a otro lugar.

Así actúa también hoy. "Dios es tímido". Tiene mucho más respeto de nuestra libertad que la que tenemos nosotros mismos, los unos de la de los otros.

Su paso es siempre un paso de gracia. Marcos dice sintéticamente que, habiendo llegado a Nazaret en sábado, Jesús "se puso a enseñar en la sinagoga".

Lo que Jesús proclamaba en la sinagoga de Nazaret era, por lo tanto, el primer jubileo cristiano de la historia, el primer gran "año de gracia", del que todos los jubileos y "años santos" son una conmemoración.


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