A los interesados
Prólogo: Rendido a tus pies, ¡Oh, Jesús mío! Considerando las innumerables muestras de amor que nos ha dado a todos los seres existentes en el mundo, y
Prólogo: Rendido a tus pies, ¡Oh, Jesús mío! Considerando las innumerables muestras de amor que nos ha dado a todos los seres existentes en el mundo, y las agradables lecciones pedagógicas, fruto de tu inteligencia y sabiduría procedentes de la grandeza de tu corazón divino, te pido sencillamente la gracia y bendición merecidas por mi esfuerzo piadoso y religioso. Poder hacerme digna y merecedora de protección mística.
Oh protector de los humanos, fieles discípulos tuyos y excelente comendador de la santa fe, llena de gracias y bendiciones, que generoso concedes a los que en verdad aceptan tu existencia con la suma realidad de estar vivo.
El hombre, ser humano creado por ti y entregado como pareja de la mujer, autora de hijos e hijas formando la familia cuyo jefe supremo es el hombre padre o papá, vigilando y conductor fiel de las criaturas suyas.
El hombre, leal cabecera y guía del hogar, se entrega a los seres queridos con respeto y dulce corazón a ellos y logra de tal manera la fortaleza hogareña, hoy día destruida por descuido, mezquindad, perversidad, indolencia, poco me importa, vida confusa, egoísmo, diablura, etc.
Ejemplo vivo y fuerza tenaz es la atención del amor pedagógico de Dios poderoso. De notables esfuerzos y fidelidades ha sido siempre la sublime colaboración de san Antonio, san Martín, Don Bosco, Lutero, santa Teresa de Jesús, san Ignacio.
Misericordia Señor al grupo de “hombres eminentes” del Supermercado 99” de San Francisco de la Caleta: Miguel Ávila, Jorge Moreno, Plinio Ortiz, Héctor Arosemena, Arnulfo Chávez… que a diario se reúnen e inician la conversación pacífica, halagadora, instructiva y moralista. A ellos les pesa a veces haber ignorado y agraviado de todo corazón su infinita bondad.
María, Santísima Madre de Dios hijo, intercede por la seguridad infinita de los señalados caballeros, a fin de ser hermanos de Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos amén.