Manos
Algunos pensarán que los disturbios son producto de una explosión psicológica y social ante situaciones negativas del país. En ciertos casos esas acciones de violencia están planificadas
Algunos pensarán que los disturbios son producto de una explosión psicológica y social ante situaciones negativas del país. En ciertos casos esas acciones de violencia están planificadas por elementos que se beneficiarán con la destrucción del orden público. Como dirían en Río Congo, hay “manos peludas” que manipulan idealismos y rebeldías justificadas. Aunque no lo crean, existen manuales de cómo destruir una marcha pacífica. Sabotear un mitin o reunión y crear el caos pueden ocurrir a propósito.
Antes de terminar la secundaria en el Nido de Águilas (años 50) conseguí libritos que venían de la España socialista y Rusia comunista. Eran enciclopedias de violencia callejera. Con lenguaje sencillo resaltaban el papel del “provocador”. Es un sujeto que tiene como misión molestar a las autoridades. Puede usar insultos (algo leve) o tirarle piedras a la policía (da mejores resultados).
El “facilitador” se encarga de que una masa de personas consiga instrumentos para romper el orden público. Lo vi a los 17 años. En callejones cercanos al parque de Santa Ana se voltearon tinacos llenos de piedras de “río”. El “provocador” recogía las piedras y las lanzaba a la policía. De inmediato, por el “contagio” psicosocial, otros lo imitaron... ¡y se formó el bochinche! Los “infiltrados” son viejos en las luchas “democráticas” panameñas.
Cuando existía la “madrecita Rusia”, los “ñángaras” del patio tenían que justificar el apoyo que recibían con acciones de protestas contra EE.UU. por la Zona del Canal. En una marcha que dirigía “a la Presidencia” tuve que expulsar un elemento que se unió y pedía que fuéramos a la Zona para “darle contenido” a la protesta. Lo descubrí porque, a pesar de que tenía el uniforme del Instituto Nacional, no era un adolescente. Su rostro con algo de barba lo denunció.
Más adelante aparecieron sujetos con una pancarta contra los norteamericanos. Se tomaron fotos y ante el asombro de varios se retiraron. Elementos politiqueros, de gobiernos resentidos sociales y oportunistas manipularon a veces las protestas idealistas de los jóvenes (¿sucederá algo así ahora?).