Negociaciones
Las negociaciones dentro del Partido Revolucionario Democrático (PRD) para elegir a su bancada legislativa, deja en evidencia nuevamente fuertes divisiones en el que una vez fue el partido más poderoso del país.
En el encuentro de perredistas realizado ayer, se demostró la existencia de un grupo de diputados perredistas que -movidos por un odio irracional- están promoviendo desde ya una especie de campaña de persecución y de venganza contra figuras del actual gobierno.
Esto, sumado a los dudosos procesos de impugnación a candidatos de Cambio Democrático que ganaron por buena lid en sus respectivos circuitos, hace pensar que un sector del colectivo de Omar, junto con figuras del gobierno entrante, están pensando más en fomentar el revanchismo que la gobernabilidad.
Tras saberse los resultados de las elecciones, Cambio Democrático los reconoció enseguida, y advirtió -con mucho tino- que apoyará las iniciativas gubernamentales que beneficien al país, mientras que criticará y se opondrá a las que vayan en el sentido contrario. Así se hace oposición.
No dudamos que hayan perredistas con la misma posición. Sin embargo, la segunda bancada en número de la Asamblea para el próximo período debe decidir si su misión será aprobar leyes para el progreso nacional con un criterio independiente, o simplemente van a sumarse a una componenda para detener o revertir todos los avances sociales y económicos logrados durante la administración actual y hacerle el juego a las vendettas personales de ciertas figuras.
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