Rendirse no es opción
En octubre, mes dedicado a la prevención del cáncer de mama y próstata, siento oportuno constituirme en un ente motivador ante hechos de la vida que se
En octubre, mes dedicado a la prevención del cáncer de mama y próstata, siento oportuno constituirme en un ente motivador ante hechos de la vida que se presentan y que llegan a convencer de que es imposible hacerle la lucha, hasta resignarse. Pues hoy, mi mensaje es de esperanza y está dirigido a fortalecer la fe para comprender que nada es imposible, cuando tenemos a Dios en nuestros corazones.
En la vida, podrán haber pruebas, como le sucedió a Job, personaje bíblico, pero si tenemos fe, nos llenamos de fortaleza y de amor, dejando a un lado ese espíritu de temor, para darle paso a posibilidades de superar esa prueba. Es así como el ser humano logrará levantarse y hacerles frente a las diversas pruebas que la vida le presenta.
La fe es la más preciosa de las virtudes, nos dijo este domingo el padre Agustín, en la capilla del hospital, y añadía que tener fe es saber que Dios nos ama y nos hace fuertes ante las dificultades.
Expresó que cuando existe la fe, se doblan columnas. Este mensaje me hizo reflexionar sobre la vida que envuelve a mi suegra, una mujer que ama y sirve a Dios, y que ese amor y creencia en quien todo lo puede la ha ayudado a vivir por años con un sonido en sus oídos, pero nunca se queja, espera en nuestro Creador, ni siquiera su carácter ha cambiado.
Tener fe es muy difícil, decía el padre Agustín, y puso como ejemplo lo que sucede cuando la ponemos a prueba, es como apagar la luz, todo queda a oscuras.
En esta ocasión, he querido llegar a los que compartimos esta bella tierra, mi Panamá, el país de las oportunidades, para expresarles que la fe mueve montañas. Luchamos desde antes de nacer, eso ha caracterizado nuestra existencia, ¿Por qué no ahora cuando tenemos una familia, hijos y seres que nos aman y nos necesitan? Entonces, pidamos con fe, adoptemos como costumbre pedirle a Dios, y a través de una conversación de hijo a Padre, presentemos nuestros problemas y necesidades, Él escucha y lo concederá en el día perfecto que estime, pero nunca lleguemos a rendirnos, porque abandonar la lucha no es opción para los valientes.