Retiro oportuno
El anuncio del ministro de Gobierno, Jorge Ricardo Fábrega, de retirar de la agenda legislativa el proyecto de ley que reconoce el matrimonios de personas del mismo sexo realizados en el exterior, no pudo ser más oportuno. El polémico documento estaba encrespando la opinión pública en una oleada de mayoritario rechazo.
Es importante aclarar que por loables que hayan sido las intenciones del Consejo de Gabinete al enviar a la Asamblea de Diputados la reforma al artículo 40 de la Ley 7 del 8 de mayo de 2014 que adopta el Código de Derecho Internacional Privado de la República de Panamá para que se reconozcan en Panamá las uniones de personas del mismo sexo, es un tema duro de roer para la sociedad.
Por nuestra herencia hispánica, el pueblo panameño es mayoritariamente cristiano, doctrina que condena este tipo de uniones, por otro lado, hay grupos de presión de mentalidad más abierta que no ven nada malo en este tipo de uniones, sin embargo, por lo peliagudo del tema, es mejor que haya una amplia discusión de todos los sectores de la sociedad para lograr un consenso en este tema.
Estamos totalmente en contra de la discriminación por motivo de la orientación sexual, así como por cuestiones de raza, religión e ideas, pero consideramos que el matrimonio como tradicionalmente ha sido conocido y practicado en la gran mayoría de los países del mundo, es una institución que debe ser protegida, porque esta consagrada por Dios.
Otra cosa son las uniones civiles, entre individuos del mismo sexo que cohabitan en función de intereses patrimoniales y sucesorios, ese tipo de unión se pudiera legalizar, luego de que la sociedad panameña en amplio consenso se ponga de acuerdo, pero mientras esto no se haga, mejor no levantemos pasiones inútiles con este tema que no es urgente ni de interés inmediato.