Revocatoria

Por: Por: Milcíades Ortiz Catedrático -

Cuando mi nieto Tomy llegó a la mayoría de edad, hizo una pregunta política: "¿Abuelo, cómo sabe uno cuál es el mejor candidato para votar por él?". Le indiqué que hay que conocer algo de los candidatos, su trayectoria en la vida y su funcionamiento como ciudadano. No quedó muy convencido y agregó "¿pero, si después en el puesto no cumple sus promesas?". Tenía toda la razón. No siempre conocer los antecedentes de un candidato son suficientes. A veces algunos prometen el " cielo y la tierra"... pero al alcanzar el cargo se olvidan de sus promesas y hasta hacen lo contrario.

A cada rato hay quejas que representantes, alcaldes, diputados y otros funcionarios, "no se les ve la cara por la comunidad", como dicen en Silimin, Veraguas. Conozco casos en que el flamante funcionario "se olvida" de los que le dieron el voto, tal vez por temor que le pidan favores. También, que el nuevo funcionario no sirve para ese puesto. Era bueno pidiendo el voto y prometiendo, pero al lograr el éxito se da cuenta que el cargo "le queda grande". Me dirán que para eso están los asesores, quienes deberían orientar al jefe y que funcione aunque sea regular.

Por eso hemos visto a diputados "momias": no hablan y ni se mueven. A veces demuestran que no saben lo que deben hacer en la Asamblea. Lo que es peor, algunos al llegar a "arriba" le da "el mareo de las alturas". Se creen superiores a los demás y no trabajan bien. Añada los que consideran el puesto como un "trampolín" para llenarse de plata (cómo sea), se rodean de lujos, etc. Vemos gente que representa comunidades muy pobres, luciendo costosos autos. Ya no quieren volver a ver a quienes le dieron el voto y ahora se rodea de otra gente, que por lo general lo desprecian. De allí el viejo refrán que "quien nada tiene, y llega a tener, ¡loco se ha de volver!".

¡Y tenemos que aguantarnos cinco años a ese mal funcionario! Aunque algunos se asusten, consideró que en las Reformas al Código Electoral podría ponerse la Revocatoria de Mandato. Esto se haría a los dos años de la administración. Valdría para todos los funcionarios que ganaron sus puestos por elección. Si no sirven, o sus votantes consideran que no trabajan bien, se haría una sencilla elección. La papeleta diría "Quiere que… (fulano de tal) siga como… (cargo)".

Para no complicar el asunto, si un funcionario no recibe el apoyo perdería su cargo. La persona que quedó en segundo lugar ocuparía ese puesto, por los tres años restantes. No es disparatada mi idea y busca mejorar el desempeño de los gobiernos. No es justo para el pueblo soportar por cinco años un funcionario que "no dio la talla" en el puesto que logró (sea como sea). (No acabemos con el país al combatir el Coronavirus, porque esto debe pasar).

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