ROBERTO LEWIS 1874 - 1949
Dueños de obras del artista y personas que han visto de cerca su trabajo hablan sobre qué les inspira Lewis.
La mayoría de los coleccionistas que prestaron sus obras para la exhibición del MAC solicitaron como único requisito que no se revelaran sus nombres, por seguridad, ya que hay cuadros y objetos que están valorados por arriba de los 20 mil dólares. Este es el caso del dueño de una de las obras de Tamarindos de Lewis, que prefirió mantener su identidad en el anonimato.
Cuenta este coleccionista de arte latinoamericano que al mirar la obra de Roberto Lewis recuerda la historia triste de cómo la adquirió. “Esa pintura perteneció a una familia panameña por más de 75 años, cayeron en desgracia y se vieron obligados a venderla muy por debajo de su valor: 4,000 dólares. Así me hice dueño de ella”.
Mario Lewis, en cambio, cuando ve obras del artista que tiene en la sala de su casa, siente orgullo de ser guardián de un tesoro familiar. Un paisaje que el pintor realizó estando en París, cuando llevaba una vida de bohemia, mucho antes de ser nombrado cónsul de Panamá en este país.
Para otros que no tienen un Lewis, pero conocen el trabajo del director fundador de la Escuela Nacional de Pintura, como la historiadora de arte Mónica Kupfer, ven en este artista a un hombre que trasmitió sus conocimientos a otras generaciones, empezando por sus estudiantes Juan Manuel Cedeño y Humberto Ivaldi, dos grandes figuras de la historia de la pintura en Panamá.
“…la extraordinaria obra muralista de Roberto Lewis también puede apreciarse en el Salón Amarillo de la Presidencia de la República; donde se destacan en cambio, los temas del descubrimiento del Mar del Sur, el periodo de la conquista española, la fusión de razas, la independencia, la abundancia y el trabajo.
Hace tiempo conversé con alguien, le pregunté por curiosidad si conocía la obra de Roberto Lewis. Me contestó: Sí, ¡cómo no! ¿Ese no es el del Partido Solidaridad?
A raíz de esa anécdota me propuse escribir un artículo, a fin de contribuir en algo al rescate de las garras del olvido al iniciador de la pintura en Panamá y, sin dudas, el más importante y trascendente artista del siglo XX que ha tenido nuestra nación.
Sin embargo, el proyecto de escribir dicho artículo fue pospuesto debido a que otros temas ocuparon adicionalmente mi atención en aquel momento. Ahora la motivación ha vuelto al tener el mes pasado la oportunidad de admirar en las dos plantas del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) la exposición “Homenaje a la vida y obra del maestro Roberto Lewis”. Con seguridad no se había logrado antes en Panamá exponer una colección tan amplia de pinturas del maestro Roberto Lewis en el mismo espacio y tiempo. De manera que es justo reconocer primero esta encomiable labor por parte del MAC, de recoger en calidad de préstamo de diversas colecciones privadas panameñas, familiares e instituciones, la extraordinaria producción artística de este singular pintor panameño.
En efecto, por su legado artístico, Roberto Gerónimo Lewis es considerado el padre o propulsor de la plástica panameña. Además, colaboró con sus conocimientos en la formación de otros creadores istmeños también importantes como Ivaldi y Cedeño. Estudió Pintura inicialmente de la mano de su mentor en Panamá Epifanio Garay. Luego continuó en París con los maestros León Bonnat y Albert-Dubois Pillet, de quienes recibió la influencia del neoclasicismo y posimpresionismo, respectivamente.
Lewis es el autor de las magníficas pinturas que adornan el plafón, el telón de boca y el foyer del Teatro Nacional; las cuales, por cierto, fueron restauradas hace solo un par de años por el especialista Anton Rajer (el mismo que realizó la restauración de los Murales del Canal de Van Ingen en el Edificio de la Administración del Canal).
CONTINÚA...