Saber alimentarse

Por: -

Raúl González García

Periodista

Las personas que viven solas son más propensas a adoptar una dieta poco saludable y poco equilibrada. Platos poco elaborados, comida precocinada, poca variedad en la dieta y la ausencia de alimentos frescos tienen como consecuencia un menor aporte nutritivo, asegura un equipo de la Universidad de Tecnología de Queensland, en Australia.

Junto con los nuevos modelos de vida de la sociedad moderna se ha incrementado el número de personas que viven solas, y este estudio ha comparado si hay una diferencia entre la dieta de quienes viven solos y aquellos que viven acompañados. El resultado manifiesta una dieta mucho más simple y limitada por parte de quienes viven en solitario, por lo que su aporte alimenticio no es el adecuado y podría desencadenar incluso problemas de salud.

La falta de habilidad en la cocina es uno de los factores clave, ya que muchas de estas personas no saben qué cocinar ni cómo cocinarlo, por lo que toman la opción rápida del plato precocinado. También se da el caso de que conocen unas pocas recetas con una elaboración muy reducida, lo cual desemboca en una dieta repetitiva y poco saludable.

Las personas que viven solas varían en el rango de edad, el género, la educación y el estatus socioeconómico, pero en general, muchas de ellas podrían no estar preparadas para cocinar por sí mismas por una serie de distintas razones.

Aun así, hay una serie de estrategias que pueden ayudarnos a abordar las posibles barreras sobre una alimentación saludable para las personas que viven solas.

Estas incluyen cursos que se centran en habilidades de cocina en una amplia gama de precios, una mayor disponibilidad de alimentos saludables y un desarrollo de sitios socialmente aceptados para comer en lugares comunes.

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