Seguridad en peligro
La comunidad también juega un papel y no debe convertirse en cómplice de los delincuentes.
Es triste ver cómo algunos barrios de la ciudad capital parecieran estar bajo el control de pandillas que asesinan y mantienen en jaque a una mayoría de gente decente que no se atreve salir a las calles, para evitar ser blanco de las balas.
Todo eso sucede en la cara de algunos agentes de la Fuerza Pública que no son capaces de brindar seguridad a los asociados y que se limitan a realizar operativos en el sector cada vez que se produce un homicidio; luego nuevamente se repliegan y regresan cuando hay otro asesinato. Es un círculo vicioso de nunca acabar.
Los pandilleros les están ganando la batalla a las autoridades y mientras no se mantenga una vigilancia permanente en la ciudad, el problema persistirá. La comunidad también juega un papel y no debe convertirse en cómplice de los delincuentes.
Todos los días se registran hechos de violencia, en algunos casos menores son los involucrados. La ciudadanía requiere sentirse segura al momento de salir a la calle, y no estar en una situación como la actual, en la que hasta estar en casa representa un peligro.
Las autoridades aseguran que se ha equipado a las fuerzas de seguridad, también se le ha aumentado el salario a los policías, las condiciones de los agentes han cambiado, entonces, ¿qué es lo que sucede que no se puede detener la violencia que acaba tanto con delincuentes como con gente inocente?