Servir hasta el sacrificio
El fallecimiento en el cumplimiento del deber de dos panameños de servicio en la Policía Nacional, quienes se enfrentaron a bandas de narcotraficantes en Nombre de Dios, Colón, muestra que la divisa “proteger y servir” no es letra muerta, sino que vive en el compromiso que asumen los hombres y mujeres de uniforme que constituyen la primera línea de defensa ante el delito.
La pérdida del agente Luis Lee y del cabo primero Alfredo López es un indicativo de que la gran mayoría de las unidades que conforman los distintos estamentos de seguridad, y especialmente la Policía Nacional, tienen la vocación de servir hasta el sacrificio, esto es, aun a riesgo de su propia vida, para que la sociedad pueda dormir tranquila y protegida en su vida, bienes y honra.
Es por ello que hay que ser especialmente enérgicos y duros con las manzanas podridas que hay en todas los niveles de la actividad humana y en este caso la Policía, ya que son una afrenta para jóvenes como el agente Lee y el cabo López, y muchos uniformados honestos y conscientes de su compromiso con la sociedad que día a día protegen.
Sabemos que el sacrificio de estas jóvenes vidas, ante el altar de la Patria, no será en vano, sino el estímulo para otros jóvenes ansiosos que deseen servir al país, protegiéndolo de los mercaderes de la muerte que usan nuestra ruta para trasegar su mortal mercancía.
Estamos seguros de que la familia de estos valientes no quedará en el desamparo y que póstumamente la Policía le dará el honor y reconocimiento que merecen.
Dentro del marco del respeto a las garantías y al debido proceso, que sepan los narcos que estas bajas son estímulos para acabar con ellos y su funesta influencia social, no se le dará cuartel al delito, y así lo ha demostrado la Policía Nacional.