Terrorismo cibernético perverso

Por: Lic. Emidio Manzané [email protected] -

Eso fue lo que vivimos todos los panameños desde la semana antes de las protestas en la provincia de Colón.

Como si fuéramos una sociedad de chiquillos, (sin capacidad de análisis) se invadieron nuestros celulares con videos y audios perversos, todos dando avisos de que “venía la segunda invasión”, que había que comprar leche y pan para que “los niños estuviesen activados y que no los mandaran a la escuela”. De igual forma, que las bandas se habían unido y que “guardia visto, guardia muerto”.

Todo lo anterior y lo demás, que por limitaciones de espacio no mencionamos, tenía la clara intención de producir en la sociedad temor, intranquilidad, miedo y, sobre todo, afectar de un modo o de otro, las acciones de protestas anunciadas. Si esto es así, entonces debemos preguntarnos a quién favorecía esta malsana utilización de las redes. Pero antes hay que decir que solo hay tres posibilidades del origen de esta intoxicación masiva. El Gobierno, la dirigencia en protesta y el crimen organizado. No hay más.

Si usted escucha los audios, se dará cuenta de que los modismos, dejos y tonos utilizados son propios del lenguaje de los maleantes, así como el calibre de las palabras y esto perfectamente puede ser MONTADO e inducido o mejor dicho prefabricado desde los centros de poder y de inteligencia del Consejo de Seguridad.

De igual forma, por la vinculación popular de la dirigencia en protesta, perfectamente pueden tener dentro de sus filas o manejarse con elementos de esta calaña y armar esta estrategia, con la finalidad de acusar al Gobierno de infiltración. Y por último, el crimen organizado también tiene esta capacidad porque saben que estas protestas son caldo de cultivo.

De uno u otro lado, es evidente que quienes lo hicieron tenían pleno conocimiento del daño que se le hace a la sociedad, la juventud y la niñez.

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