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C omo sucede en toda elección en un país democrático, hoy habrá gente contenta porque ganó y otra triste al perder. Es buen momento para señalar
C omo sucede en toda elección en un país democrático, hoy habrá gente contenta porque ganó y otra triste al perder. Es buen momento para señalar que en la actividad política no deben existir enemigos, sino contrarios. Hay familias cuyos miembros son de diferentes partidos. Esperamos que la campaña no los haya dividido. Más que pensar en colores y partidos, debemos comprender que la Patria es primero. Por seguir un grupo no deben existir personas que quieran sabotear acciones que mejorarán la vida en nuestra Patria. Esto no es fácil, pero en estas elecciones vimos una situación que no es común. Los candidatos de oposición señalaban que seguirían las grandes obras del Gobierno si llegaran al poder.
A esto se le conoce como "asuntos de Estado", que están sobre los intereses de los diferentes grupos. Antes un nuevo gobierno no quería continuar los proyectos del anterior porque ellos no lo hicieron. El que perdía era el pueblo... Esperemos que "las aguas vuelvan a su nivel", como dirían algunos que viven a orillas del río Cabra. Desde temprano podemos sugerir cambios en las leyes electorales para no hacerlas después y crear malicia. Me permito indicar también que se haga una nueva Constitución. Esto es una deuda que se tiene con ilustres panameños como el doctor Carlos Iván Zúñiga. Debe cambiarse esa Constitución llena de parches que viene de una época que no nos gusta recordar.
Talentos son los que sobran en Panamá. Se debería crear una comisión de alto nivel donde estén representados todos los sectores del país. En las leyes electorales sugiero que las reelecciones de diputados, representantes, alcaldes, etc., sean limitadas a una o dos veces. Terminaría el "clientelismo" manipulador y los "reyecitos". En una democracia todos tienen derecho a lograr puestos de elección. No se estaría limitando la voluntad del votante, sino abriendo el "abanico" de oportunidades ciudadanas. Muchos lo han dicho. Las campañas políticas deben ser cortas. Se evitarían tensiones y gastos exagerados. Con los modernos medios de comunicación no hay que esperar meses para conocer a los candidatos.
Debo insistir en la identificación de las donaciones para evitar "manos peludas" financiando campañas. Reforzar las candidaturas independientes y un control efectivo de campañas sucias, negativas, etc. Los debates no deben ser utilizados para peleas de "patios limosos"... y lo más importante: que recuerden los que ganen que tienen que gobernar para todos.