Trabajo infantil
La lucha por la erradicación de las peores formas de trabajo infantil en la que Panamá ha puesto todo su empeño no es simple retórica, sino un compromiso firme para con las nuevas generaciones de niños que merecen un futuro mejor.
Las cifras hablan por sí solas, al inicio de la actual gestión, las cifras de menores trabajadores se contabilizaban en 90,000; hoy, gracias al ingente trabajo realizado, se han logrado sacar de las calles a más de 40,000 niños e integrarlos al sistema educativo.
Pero aún hay mucho por hacer, Panamá es signataria de convenios internacionales que persiguen estas y otras conductas que tienen como sujetos pasivos de los ilícitos a los menores de edad.
Dentro de esta lucha, hay que destacar la explotación de niños indígenas que son utilizados para la recolección de café, una de las formas más grotescas de explotación infantil.
Las autoridades deben poner mano firme contra estas y otras conductas punibles que comprometen a la que bien ha sido denominada "la reserva moral de la patria".
Exhortamos a las autoridades a no desmayar, ya que quienes trafican con la inocencia infantil tampoco descansan, por lo que se hace necesario incrementar las medidas jurídicas punitivas contra estos traficantes de la inocencia infantil.