Un mural con historia
Para mí sigue siendo un honor referirme al maestro de la plástica, Carlos A. González Palomino, mejor conocido como PALOMINO. En varias ocasiones conversé con
Carlos Alberto Palomino se formó en la década de 1960 en la Escuela de Artes Plásticas de Panamá y en la Escuela Superior Autónoma de Bellas Artes de Lima, tras obtener una beca del Gobierno peruano, Palomino destacó como muralista, sobre todo dentro de la temática del mural histórico.
Para mí sigue siendo un honor referirme al maestro de la plástica, Carlos A. González Palomino, mejor conocido como PALOMINO.
En varias ocasiones conversé con él sobre su estadía en Argentina, en 1977, cuando estaba en pleno apogeo la dictadura militar encabezada por el genízaro Videla.
Yo estuve en Argentina en 1978, y viví el temor generalizado del pueblo. Ese año ganó el Festival Mundial de la Canción, Orlando Ruíz, con su tema “Mi país”.
En la celebración del triunfo, en un restaurante, el cantante tomó la guitarra y entonó el tema de Horacio Guaraní, “Si se calla el cantor”, que también interpretó Mercedes Sosa, exiliada y enemiga de la dictadura.
El pánico que desató la interpretación del tema de Guaraní fue tal que nos suplicaban que no siguiera cantando. Nosotros no entendíamos lo que pasaba y se dio por terminado el ágape.
Hago esta aclaración porque en la nota que se publica hoy (Cortesía del hijo de Palomino, Carlos Cuauhtémoc) firmada por Enzo Tortul-se, dice que Palomino desapareció en Mendoza, y que pasó a ser uno de los tantos N.N. (desaparecidos y enterrados sin identificación o No Nominados). Precisamente, esta publicación tiene la finalidad de aclarar que el maestro Palomino se elevó a los cielos hace apenas unos meses, con el cariño y admiración de familiares y amigos en su tierra natal.
Esta confusión demuestra lo fácil que era desaparecer a las personas en aquella época negra que vivió Argentina.
TOTY SUÁREZ.
UN MURAL CON HISTORIA
Corrían los primeros años de la década del 70, la opinión pública se enteraba de que Biafra, pueblo africano, se desangraba en una feroz guerra intestina, provocada por los imperios URSS y USA; era parte de la "guerra fría".
Por esa misma época, llama a la puerta de la COE, aquí en santa fe, un mulato, de estatura más bien baja y cabello motoso, pide alojarse por unos días, ya que está de paso hacia Mendoza y venía de Panamá.
Luego de haber charlado, comido y dormido, nos comenta que su trabajo es muralista y que si nosotros le comprábamos las pinturas él nos haría un mural en agradecimiento por la parada que le brindamos.
A la noche después de la cena, toma una escalera y pinceles, nosotros lo contemplábamos intrigados, trazos a diestra y siniestra, para la madrugada estaba terminado el mural, que aún está en la pared del comedor.
Para festejarlo, vinos de por medio, le pedimos una explicación y más o menos esto es lo que él dijo, "las distintas razas humanas se unen protegiendo al más débil, el negro (un biafrano) ante el incesante avance de la tecnología que era la destrucción, representada en los huesos encerrados en el átomo, pero la unión de los seres humanos dominará la tecnología para bien de la humanidad".
El pintor se llamaba González Palomino, le preguntamos qué quiere decir con esa mano que figura a la derecha del mural, y nos contestó que eso lo iba a decir la próxima vez, pero no hubo próxima vez, ya que nos enteramos de que, estando en Mendoza, pasó a ser uno de los tantos N.N que hubo en esta querida Argentina.
La intriga de la mano quedó, no hay quién lo explique.
Publicadas por Enzo Tortul http://enzotortul.blogspot.com/2006/07/un-mural-con-historia.html
Continuamos el próximo domingo.
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