Una décima a mi bandera

Por: Giovanni Niedda Alvarado Correo: [email protected] -

Sería capaz de morir

¡Oh! bandera difamada,

crasa invasión tramada

solo para poder vivir.

Hoy podría yo explicar,

está vigente mi lucha

voy por ti y me escucha,

choco por mi casta india

de sangre que cuaja digna,

sin excusa para militar.

Bandera te he perdido

de verdad no hay excusa,

el derecho a la lucha

eso nunca he temido;

mientras el rubio erguido

es fuente de intervención

eso aumenta mi moción

¡OH... tú, oh bandera mía!

o de noche o de día

siempre seré aguerrido.

Lloro si te veo llorar,

pues sé que me perteneces

sabiendo de que mereces

espacios para recordar.

Mi lucha hoy voy a clamar

que resuelle tantas veces,

por tu lágrima que crece

por cada riña que salga

o cada intruso que caiga

hasta la pena ya cesar.

Sufro al verte sollozar

retornar casi ilusa

de una mano intrusa,

que me hace reclamar.

Hoy no quiero más batallar,

con mi letra y salomas

la libertad se asoma,

hay zozobra no te miento,

tu llanto tiro al viento

para senderos recobrar.

¡OH... tú, oh bandera mía!

estás ahí vigilante

en tu asta muy flameante

en un cerro yo diría;

luciente noche y día

viendo que falte apenas,

para no sentir más pena,

secar de sangre mi mano,

cielo sobrio de verano.

Oh, gringo de sombra fría.

Pág. 2 "Una Décima a mi Bandera"

Autor: Giovanni Niedda Alvarado

Quiero llevarte cuan culta

arriba de un cerro nuevo,

y por eso yo me muero

cuando lágrimas insulsas

te hagan gritar tan pulcra

al viento y mi poesía,

y adviertas cuan impía

que cada estrella vibre,

que tú serás la más libre

entre mil banderas juntas.

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