Víctimas
Por: Alfonso Zamora Periodista -
El país pudo conocer las trágicas consecuencias de los accidentes ocasionados por algunas unidades del metrobús, en los que muchas personas resultaron con lesiones permanentes sin que ni la sociedad civil ni el Gobierno les hayan ofrecido apoyo.
La dirigente natural de los usuarios, Esperanza Mena, logró reunir a un grupo numeroso de los afectados para llevarlos ante las cámaras de un noticiero de televisión, donde pudimos ser testigos de sus condiciones físicas.
Al dejar atrás el antiguo sistema de transporte, con su rosario de muertes, lesionados y daños materiales, nadie quedó convencido de que se trataba de una iniciativa responsable y segura.
La empresa extranjera encargada del funcionamiento del nuevo modelo de transporte masivo, puso todo tipo de obstáculos a los medios de prensa, sin que las autoridades del tránsito le obligaran a dar respuesta por su pésimo servicio y los accidentes que daban cobertura a los pasajeros.
Esta firma recibió de parte del Gobierno subsidios, patios para los vehículos y todas las ventajas posibles y actuaron como si ninguno de estos beneficios les hubiera sido entregado.
A su paso por nuestro país, la empresa demostró su casi nulo interés de ofrecer un buen servicio, dedicándose a obtener ganancias a costillas de los impuestos que todos pagamos.
En el caso de los humildes panameños afectados es realmente lamentable que no hayan encontrado respaldo por parte de la sociedad civil, así como de los representantes de los usuarios y la directiva de la Autoridad de Tránsito.
Las víctimas de este drama dieron a conocer la forma poco humana en que fueron atendidos por altos funcionarios que, en alguna oportunidad, enarbolaron la bandera de los derechos humanos.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo no ha sido capaz de poner en agenda en las reuniones entre el Gobierno y el consorcio, la situación de las víctimas que ha dejado Mi Bus a su paso por Panamá.