Entrada de Barro Blanco seguirá bloqueada

Los indígenas manifestaron que el proyecto debe ser destruido, "ñagare a su continuidad".

Por: Mayra Madrid /Chiriqui -

Sin acuerdo, así concluyó la reunión que sostuvieron la comisión del Gobierno, encabezada por el presidente de la República, Juan Carlos Varela, la cacica general Silvia Carrera y miembros del Movimiento 10 de Abril (M-10), liderado por Ricardo Miranda. Luego de un receso realizado durante la mesa ampliada de diálogo en Tolé, los indígenas acordaron dejar abierta la posición de participar nuevamente del diálogo en un periodo de una semana con autoridades del Gobierno encabezada por el mandatario, para determinar el futuro del proyecto. Más temprano Varela había propuesto que el proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco se finalice en un 100% y que el mismo no entre en funcionamiento hasta que en una mesa de diálogo no se defina su futuro, pero los indígenas manifestaron que el proyecto debe ser destruido, "ñagare a su continuidad". Tras el levantamiento de la mesa del diálogo el mandatario se dirigió hacia las inmediaciones del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, para reunirse con los miembros del Movimiento 22 de Septiembre (M-22) y la iglesia Mama Tatda, en donde antes de iniciar las conversaciones y como parte de los rituales indígenas fue puesto de rodillas. Pese a la visita del presidente de la República Juan Carlos Varela a la entrada del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, los indígenas del M-22 y miembros de la Mama Tatda decidieron continuar apostados en la entrada de la obra. Clementina Pérez, dirigente del M-22, dejó claro al presidente Varela que solo abriran la entrada al proyecto si este es cancelado en su totalidad, ya que no cree en la propuesta del Gobierno de que se culmine la obra y luego se defina su futuro, ya que aseguran es una estrategia más. El grupo de indígenas manifestó no temer a las represiones que se puedan dar en los próximos días por parte de la Policía Nacional ante la decisión de continuar en la entrada de Barro Blanco. Por su parte el presidente Juan Carlos Varela, quien había asegurado no visitar al grupo M-22 si no despejaba la entrada decidió llegar al lugar y conversar con los indígenas para darles a conocer la posición del Gobierno de continuidad de la obra. Varela, quien participó de algunos rituales propios de las creencias de la congregación Mama Tatda, le dejó claro al grupo indígena que como presidente de la república debe velar por la seguridad de los habitantes de la comunidad y de la vía Interamericana.


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