Reinician hoy diálogo por polémica hidroeléctrica

El gobierno panameño reiniciará hoy el diálogo con todos los sectores afectados por el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, en el occidente del país, paralizado actualmente y al que los indígenas Ngäbe-Buglé se oponen rotundamente, informó la Presidencia panameña en un comunicado. "Los ministros que conforman la Comisión de Alto Nivel que facilita el caso del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco se trasladarán hoy a mediodía a la provincia de Chiriquí para conversar con todas las partes involucradas con el objetivo de invitarlos a formar parte de una mesa de diálogo ampliada", precisa un comunicado. Dicha comisión, encabezada por la vicepresidenta y canciller panameña, Isabel De Saint Malo de Alvarado, convino invitar al diálogo a otras autoridades gubernamentales, organizaciones civiles y grupos de la comunidad Ngbe Buglé, comunidades latinas y campesinas que son impactadas por el proyecto. La hidroeléctrica Barro Blanco se levanta sobre el río Tabasará a la altura del distrito de Tolé, a unos 400 kilómetros al oeste de la capital panameña, y tiene un avance del 95 %, a cargo de la empresa hondureña Generadora del Istmo (Genisa). "Una mayor participación e inclusión dentro de la mesa es la única forma de legitimar los resultados del diálogo", afirmó De Saint Malo de Alvarado, según el comunicado. El Gobierno Nacional -acotó-, "como facilitador y garante del proceso, hace un llamado a dialogar en un marco de paz, respeto y tranquilidad, en un ambiente donde se tendrá como prioridad garantizar el respeto a los derechos humanos de las comunidades impactadas". La cacica general Ngäbe-Buglé, Silvia Carrera, participará en este encuentro, mientras otro grupo de la región Kodriri, liderado por la cacica suplente, Clementina Pérez, rechaza un nuevo diálogo y exige la demolición de la millonaria obra. Los Ngäbe-Buglé encabezados por Pérez esperan reunirse el viernes con el presidente panameño, Juan Carlos Varela, en la comarca y que éste cancele por completo la construcción de Barro Blanco, suspendida desde febrero por incumplimientos ambientales por parte de la contratista Genisa. En ese momento se instauró una mesa de diálogo para discutir el futuro de Barro Blanco con la contratista y los grupos indígenas, sin embargo, estos últimos la abandonaron el mes pasado porque el gobierno no acepta su exigencia de que se demuela. Además de los efectos ambientales negativos que los Ngbe Buglé atribuyen a Barro Blanco, también reclaman el hecho de que cuando se llene la represa va a cubrir permanentemente el principal petroglifo de la religión sincretista Mama Tadta, en el lecho del Tabasará, el cual consideran un río sagrado. La hidroeléctrica de Barro Blanco comenzó a construirse en el 2011 y proyecta generar 28,56 megavatios, cerca del 2 % de la capacidad instalada del país.