Despiden al duque de Edimburgo en una ceremonia íntima

Despiden al duque de Edimburgo en una ceremonia íntima

Despiden al duque de Edimburgo en una ceremonia íntima

Por: Redacción SHOW -

El funeral por el duque de Edimburgo, consorte de la reina Isabel II, se dio este sábado en la capilla de San Jorge, adyacente al Castillo de Windsor, tras un minuto de silencio en memoria del príncipe Felipe.

El coche fúnebre, un vehículo híbrido customizado por el mismo duque, llegó al templo flanqueado por representantes de diferentes regimientos militares y seguido por sus cuatro hijos en primera línea, tras una procesión de unos 15 minutos desde el castillo, antes de comenzar la ceremonia, con solo 30 invitados.

Fue un acto sobrio, de escala reducida a causa de la pandemia, sin sermón ni discursos de familiares o allegados -pues solo hablaron el deán de Windsor y el arzobispo de Canterbury- y con curiosos detalles cuidadosamente diseñados en vida por el propio príncipe Felipe.

Entre algunos toques personalizados de este evento histórico, precedido por un cortejo fúnebre con fuerte presencia de las Fuerzas Armadas británicas, figuró un altar de nueve cojines decorado con insignias muy significativas para el difunto.

Entre ellas, medallas y condecoraciones que le fueron asignadas por el Reino Unido y países de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth), junto con la insignia alada de la Real Fuerza Aérea (RAF) o las insignias de Dinamarca y Grecia -Orden del Elefante y Orden del Redentor respectivamente-, en un guiño a su infancia como príncipe de Grecia y Dinamarca.

La simplicidad marcó una ceremonia en el la reina se sentó apartada, sola, de negro riguroso, con sombrero a juego y la consabida mascarilla por la pandemia.

El resto de invitados vistieron de civil, rompiendo con la tradición que normalmente obliga a llevar uniforme militar en funerales reales. Un medida adoptada por la monarca para evitar, al parecer, que su nieto Enrique quedara excluido de esa etiqueta protocolaria.

El reencuentro entre los príncipes Guillermo y Enrique fue uno de los grandes focos de atención para millones de espectadores que siguieron por televisión la celebración del funeral del abuelo de los dos hermanos, el duque de Edimburgo.

La muerte el pasado día 9 a los 99 años del consorte de la reina Isabel II provocó el regreso al país del hijo menor de Carlos de Inglaterra y la malograda Lady Di, por primera vez tras la emisión de la explosiva entrevista que concedió en EEUU junto a su esposa, Meghan.

En ese espacio de máxima audiencia, la pareja dejó sorprendentes y controvertidos comentarios en los que la Casa Real británica no quedaba en buen lugar.

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