Despiden a infante ultimado por policía
Tres unidades que vestían de civiles -integrantes de la Unidad Sensitiva de la DIJ entre sargentos y tenientes-son investigados por el homicidio del niño indostanés de dos
Tres unidades que vestían de civiles -integrantes de la Unidad Sensitiva de la DIJ entre sargentos y tenientes-son investigados por el homicidio del niño indostanés de dos años de apellido Ahir, y su prima Tiwinka, de 15 años, quien falleció tras permanecer en estado grave con un disparo en la cabeza.
La información fue revela por el fiscal Auxiliar, Marcelino Aguilar, y por Rafael Santiago Baloyes, jefe de la unidad de homicidios de La Chorrera, quienes explicaron que ya se tomaron declaraciones a miembros de la Policía regular que se encontraban en el retén en San Carlos, cerca al área donde se efectuaron los disparos contra el auto con placa 425209 en el que viajaba la familia de indostanés.
También se realizaron las pruebas de residuos de disparos y recabaron las armas de fuego; las tres unidades que viajaban en un vehículo desde el cual se hicieron los disparos al auto conducido por Bhiklubhai Ishverbhai Ahir, se encuentran en la sede de la Policía realizando labores administrativas y paralelamente la Dirección de Responsabilidad Policial (DRP) adelanta una investigación interna.
El señor Ahir viajaba con su esposa, su hijo de dos años y su sobrina Tiwinka al Decameron, cuando se registró la situación con la Policía. La chica tenía un año de estar en Panamá y estudiaba en la Academia Lincon y cursaba el décimo grado, pero hablaba poco español.
Dentro del auto de la familia indostanés no se encontró ningún elemento que pusiera en riesgo la vida de las unidades policiales al momento que se registró el hecho, reveló Baloyes.
En tanto, el jefe de la Policía, Julio Moltó, lamentó la tragedia.
"Lo que motivó el punto de control (retén) fue una alerta en la que se involucraba a un automóvil con descripciones similares al vehículo en el que viajaba la familia, lo que provocó un hecho confuso", dijo Moltó.
Moltó evitó afirmar si hubo violación del procedimiento policial al efectuar los disparos y solo respondió que la "normativa es clara y por eso se dan las investigaciones".
El director explicó que la Policía realiza su investigación disciplinaría, en la cual aseguró que se aplicarán las leyes y las sanciones disciplinarias que correspondan.
El sepelio
El niño Ahir, quien murió de un disparo en la espalda que le propinó un miembro de la Policía Nacional, fue sepultado ayer, jueves.
El acto empezó a las 2:00 de la tarde en la iglesia del Parque de La Gloria, ubicado en Corozal, área revertida. Allí, un religioso del hinduismo realizó la tradicional ceremonia; luego el féretro de color chocolate en el que iba la víctima, fue sacado del templo y llevado en brazos en una romería hasta la tumba.
Antes de la sepultura, prepararon el campo santo: primero ingresaron dos parientes a la fosa cavada y rociaron agua salada del río Ganges de la India, seguido de agua bendita, después esparcieron pétalos de rosas blancas, amarillas y rojas. También vaciaron un frasco de perfume y colocaron ramas de tulsi.
El ritual se realizaba y simultáneamente se cantaban canciones alusivas a los fallecimientos.
Terminada una especie de cama donde descansaba el féretro, se destapó el ataúd y se pudo observar al niño. El rostro intacto y su piel trigueña dejaba ver su candidez. El chico vestía una camisa típica de los indostanés y una gorra azul en la cabeza.
El religioso ordenó que le colocaran una sabanilla amarilla con letras tejidas en rojo y una vez más echaron pétalos de rosas y la rama de tulsi adentro. Después fue sellado, se arrojó arroz especial y cada uno de los presentes tiró tierras con sus manos, y por último lo hicieron con sus palas los jornaleros del Parque La Gloria.