Despiden a taxista asesinado

No hay rastros



Todavía la Policía Nacional no ha dado con el paradero del homicida, quien sigue por las calles, siendo un peligro. Un testigo vio que solo era uno.



Nada

Familiares, amigos, vecinos y allegados del taxista Juan Ediberto Vergara Hernández, de 58 años, se dieron cita la mañana de ayer, viernes, para despedirlo.

Vergara fue asesinado por un delincuente-que se hizo pasar por cliente-que le dio un tiro en el hombro para robarle. Fue llevado en un féretro caoba a la Iglesia San Antonio, en Tocumen, donde se realizó la misa de cuerpo presente.

La víctima era un hombre sano, serio y responsable que cuidaba de su madre Encarnación Hernández, de 83 años, con quien vivía en Las Garzas de Pacora.

Pedro, un cuñado de la víctima, explicó que tenía 40 años de conocer a Vergara y que jamás le dijo una mala palabra. Además, era de esos hombres que cuando decía algo, lo cumplía.

El homicidio de “Primo”, como también llamaban al taxista, sus amigos, dejó una vez más al descubierto que hace falta mayor seguridad, manifestó Gregorio González.

Ediberto era un santeño de “”, tenía más de 20 años de prestar el servicio de taxi; no tenía hijos y era el tercero de diez hermanos, de los cuales (incluyéndolo a él) han fallecidos dos; el otro murió ahogado.

pura cepa

Testigos aseguran que el taxista discutió con su agresor, quien se bajó del auto y, aparentemente, tiró la puerta, situación que molestó a Ediberto, que intentó bajarse, y en ese momento recibió el tiro que acabó con su vida, explicó Pedro.

Gabriel González, diácono de la iglesia, en la homilía explicó que Dios dejó entre sus mandamientos: “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo”.

El cuerpo fue llevado en romería hasta el cementerio Praderas de La Paz, en Los Lotes de Pacora.

La familia pide justicia por el crimen.